La exclusión, registro o regulación de la actividad de los llamados cuidacoches o “trapitos” estará en la agenda de esta semana del Concejo Municipal. Si bien no serán tratadas en el recinto las distintas propuestas existentes, los ediles comenzarán por algo: quieren saber cuál es la capacidad del Ejecutivo para responder a las demandas que requiera la puesta en marcha de cualquier ordenanza que oportunamente se apruebe sobre estos trabajadores informales. Es por ello que pasado mañana a las 9.30 irá al Palacio Vasallo el titular de la Dirección de Control y Convivencia Ciudadana, Juan Pablo Seghezzo, para dialogar con los integrantes de la comisión de Labor Parlamentaria.
“Para prohibir, regular o crear un registro tenemos que saber si la Municipalidad puede garantizar que cualquiera de las propuestas se cumpla”, explicó Héctor Cavallero, del Partido Progreso Social (PPS), quien en su carácter de presidente de la comisión de Obras Públicas fue quien convocó a Seghezzo al Concejo.
Distintos proyectos
Si bien hay más de una decena de proyectos relacionados con los trapitos, el radical Jorge Boasso trabaja desde hace varios años en el tema y defiende con ahínco una de sus iniciativas que propone un registro de los que custodian autos en la vía pública.
En este sentido, los cuidacoches deberán llevar pecheras fosforescentes en las que exhiban su foto, nombre y apellido.
No obstante, en caso de que sea aprobado el proyecto de ordenanza del radical, también necesitará de la inspección del área municipal correspondiente.
Lo mismo ocurre con la iniciativa de Roy López Molina, de Unión PRO, que postula la prohibición total de esta presencia en la vía pública.
“No resolveremos el problema el miércoles, pero comenzaremos con la capacidad de control del Ejecutivo”, indicó ayer Cavallero.
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