El cierre de listas reflejó “un sistema político machista”

Cuatro días antes de que cierre el plazo para anotar los nombres propios para las elecciones de diputados nacionales, el hashtag “feministas en las listas” circuló en las redes sociales. Alentaba que las militantes del movimiento de mujeres tuvieran un lugar preponderante en el armado político de los principales partidos que pelearán por llegar al Congreso nacional. El sábado se conocieron las listas de la primera elección con paridad de género nacional. Pero ninguna mujer las encabezaba. Las nóminas tampoco incluyeron a jóvenes o a históricas militantes feministas. La decisión causó malestar dentro del movimiento que cuestionó la exclusión de las mujeres de los espacios de poder y decisión.

En diálogo con El Ciudadano las referentes recordaron que fueron las primeras en hacer un paro al gobierno de Cambiemos y descartaron que la avanzada antiderechos haya dejado afuera a las integrantes de la marea verde, aunque causó malestar que ninguna mujer esté al tope de las listas.

Repudio

Cuando las mujeres del PJ de Santa Fe conocieron el armado final de la lista se preocuparon. Sintieron que no representaba la unidad que llevó a la victoria del peronismo en la provincia, de la mano de Omar Perotti, ni al avance del movimiento feminista. A un año del debate en el Congreso Nacional del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y después de la reciente envestida antiderechos reflejada en los seis escaños que el frente Unite por la Familia y por la Vida ingresará en la Legislatura santafesina, temieron perder las conquistas que consiguieron en la calle.

El sábado por la tarde los teléfonos celulares empezaron a sonar. En poco tiempo unas 60 militantes peronistas y feministas fueron a la puerta de la sede del PJ en Santa Fe. Pidieron hablar con el presidente del partido a nivel provincial, Ricardo Olivera, y con el candidato que encabeza la lista, Marcos Cleri. Le explicaron la importancia del movimiento de mujeres en todo el país y la necesidad de reflejarlo en los espacios de poder y decisión. Hablaron con los primeros cinco integrantes de la nómina y finalmente difundieron un comunicado.

“No tuvimos éxito pero lo consideramos histórico porque es la primera vez que nos organizamos para cuestionar el armado del poder y la manera en que se construyen las listas. No cuestionamos nombres propios. Sino que utilicen la paridad, que es una conquista del movimiento de mujeres, para poner compañeras que no tienen perspectiva de género”, dijo una de las militantes del espacio en la capital provincial, que prefirió no dar su nombre.

Para la militante justicialista, el armado fue una forma de disciplinar a las mujeres que vienen luchando por la paridad. “No queremos un armado propio ni militar el corte de boletas. Queremos fortalecer el feminismo dentro de la política e interpelar a los compañeros varones de cada espacio en la lógica de construcción. El movimiento de mujeres es transversal, no tiene lógica vertical y de organización como los partidos políticos”, agregó.

Claudia Hoyos es militante peronista e integra la mesa de Mujeres por la Paridad. Para ella, el armado de la lista dejó afuera a muchas compañeras jóvenes y feministas. “No estamos de acuerdo con las formas de hacer política tradicionales. En los espacios acordamos cuestiones con nuestros compañeros. Nuestra militancia permitió el triunfo del peronismo en la provincia. Vamos a ir por la unidad pero no podemos quedarnos calladas ante este atropello”, señaló y destacó el cambio cultural que refleja el avance del movimiento de mujeres y la lucha en la calle. “No tenemos la lógica de los varones. Somos trasversales. Los viejos dirigentes no ven que el empoderamiento y el cambio cultural es inevitable”, agregó Hoyos. La militante aseguró que continuará luchando por la paridad a nivel provincial que luego de ser aprobada por Diputados, el Senado santafesino metió en el freezer, haciendo caer su estado parlamentario.
Para la referente del Movimiento Evita y de Ni Una Menos, Majo Poncino, el cierre de listas dejó “un sabor amargo para el movimiento feminista y disidente”.

“Reflejó un sistema político machista y patriarcal donde no están representadas las demandas de un movimiento heterogéneo, horizontal, plural y democrático. Los cargos fueron elegidos a dedo por la lapicera de los varones. Es una estructura de poder que invisibiliza a las compañeras que veníamos instalando una agenda política, social y cultural basada en las necesidades de las mujeres”, aseguró.

Poncino señaló que el avance del movimiento no estuvo reflejado en la composición de las listas nacionales. Y remarcó la necesidad de forzar un debate para trasformar la política tradicional. “Peleamos y luchamos para romper estructuras de poder que invisibilizan el movimiento. Las argentinas somos un faro para muchas mujeres que se reflejaron en nuestras demandas y organizaciones. Que no integremos las listas forma parte de la resistencia machista y patriarcal que decide quiénes podemos participar para que no le disputemos poder a los varones”, agregó.

Desde el Frente de Todos, la militante de Patria Grande Majo Gerez coincidió con sus compañeras y dijo que las luchas feministas no se tradujeron en la práctica política. “Que todos los cabezas de listas sean varones habla de la lejanía de muchos discursos a favor de las mujeres y disidencias. Llama la atención que no haya compañeras feministas y de derechos humanos en los lugares expectables. Nos alarma ya que pedíamos gestos políticos claros y contundentes”, señaló y recordó que el movimiento feminista hizo el primer paro al gobierno nacional de Cambiemos.

“Después que Amalia Granata se sentó a discutir agenda con Mauricio Macri deberían haber considerado la agenda de la marea verde. Tampoco hay representantes de la economía popular. Los lugares de poder los ocupa el varón blanco heterosexual de clase media y universitario. Faltan travas, representantes de la economía popular y de la diversidad en la alternativa al neoliberalismo”, agregó.

Afuera

El diputado nacional de Cambiemos, Daniel Lipovetzky, que el año pasado lideró el debate sobre la despenalización del aborto en la Cámara Baja, quedó afuera del armado del oficialismo. Sin embargo, negó que su posición influyera en esa decisión: “No sé si me quedé afuera por haber luchado por el aborto. Si fuera así, no me arrepiento de lo que hice”, dijo a medios nacionales. “No hay lugar para todos y la lista de la provincia de Buenos Aires es muy diversa. Tuvimos una votación dividida, había libertad de conciencia y cada uno tomó la posición que creía que correspondía. Tiene que ver con que no hay lugar para todos”, agregó.