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El ciber-crimen se diversifica

Se ofrecen desde máquinas duplicadoras de tarjetas de crédito o débito, cajeros automáticos falsos, tiendas “on line” apócrifas y transferencias financieras o cheques para el “blanqueo” de dinero sucio.

Por: Adrián Taccone

Siempre se habla de lo que en realidad puede ser el “ciber-crimen”, una práctica con la que algunos profesionales de la tecnología buscan robar datos de empresas o de particulares, para luego vender esos bancos de datos a los mejores postores. Pensar que los datos de cada uno pueden caer en manos de extraños no es algo grato, y sin embargo existen tiendas online localizadas que venden todo tipo de productos y servicios de este estilo.

En esas tiendas, que funcionan en el “mercado negro”, se pueden conseguir datos personales bancarios (tarjetas y credenciales para banca online) por un precio que va desde 2 hasta 700 dólares, y además con la “garantía” de que las mismas tengan un saldo mínimo de 80.000 dólares en sus respectivas cuentas.

Según indicaron los especialistas de Panda Security, empresa dedicada a combatir el ciber-crimen y dueña de una de las más conocidas marcas de programas antivirus, los “hackers han diversificado su negocio vendiendo además otros productos como máquinas duplicadoras de tarjetas y cajeros automáticos falsos; tarjetas bancarias ya duplicadas y garantizadas; realización de transferencias bancarias para el blanqueo de dinero y falsas tiendas online”.

El llamado “mercado negro” del ciber-crimen, que tradicionalmente se circunscribía a la distribución de números de tarjetas bancarias robadas a usuarios de todo el mundo y credenciales de acceso a banca online, han diversificado su negocio en 2010 ofreciendo todo un abanico de productos y servicios.

Todos estos datos se pueden conseguir de una manera directa con el “hacker”, a través de un contacto personal o bien mediante los foros que existen en la red.

De acuerdo al estudio de PandaLabs, los ciber-delincuentes ofrecen a la venta máquinas duplicadoras de tarjetas físicas (a un precio de entre 200 y 1.000 dólares) y de falsos cajeros automáticos (hasta 3.500 dólares por unidad según el modelo), o tarjetas bancarias ya duplicadas físicamente listas para ser utilizadas (a partir de 180 dólares).

Pero el “negocio” va más allá: también ofrecen servicios de blanqueo de dinero (realización de transferencias bancarias o cobro de cheques) a cambio de comisiones que pueden ir desde el 10 hasta el 40 por ciento del total de la operación.

Si el usuario quiere datos bancarios para comprar cualquier producto online, pero teme ser descubierto por la dirección de entrega, estos ciber-delincuentes hacen la compra por él y envían el “resultado” a cualquier sitio, cobrando entre 30 y 300 dólares según el producto de que se trate.

En tanto, el alquiler de redes para el envío de spam (a través de computadoras comprometidas por un bot –robot–, por ejemplo) está disponible desde 15 dólares, aunque el costo varía considerablemente en función del número de PC’s elegido y la frecuencia de envío, o el tiempo del “alquiler”.

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