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Participación y conciencia

El 24 de marzo en la Escuela secundaria que abrazó el nombre “Madres Plaza 25 de Mayo”

Pasaron diez años desde que un grupo de Madres de Plaza 25 de mayo se hicieron presentes en el acto en que la escuela Nº 524 recibió el nombre que las homenajeaba. Durante esa década la institución sostuvo su proyecto pedagógico como contenido transversal: “La Memoria por la Verdad y Justicia"


Patricia Lezcano

Pasaron exactamente diez años desde que Elvira Finsterweld, María Adela Panelo de Forastello, Chiche Massa, Norma Vermeulen, Matilde de Tognoli y Noemí De Vicenzo, sentadas en primera fila con sus pañuelos blancos participaron del acto en que la escuela N° 524 recibió el nombre que las homenajeaba: Escuela “Madres de plaza 25 de mayo”.

Una década en la que la institución sostuvo su proyecto pedagógico como contenido transversal: “La Memoria por la Verdad y la Justicia”.

En marzo de 2013, una escuela secundaria de barrio Triángulo –Pasaje Lejarza al 5400– votó el nombre de “Madres de Plaza 25 de Mayo” para la institución. Una década después el equipo docente, directivo y estudiantes sostienen el proyecto pedagógico que le dio nombre propio y que quedo indisolublemente vinculado a su historia y a la forma de abordar el 24 de marzo hacia el interior de las aulas.

La semana de conmemoración del 24 de marzo estuvo marcada por una agenda que contó con la lectura de textos del libro colectivo Nosotras en libertad, que recoge los relatos de más de 200 mujeres, detenidas en la década del 70 en la Argentina.

Dalia Elisa Canteloro, autora del texto “Portadora de Sueños” y Marta Ronga, autora de “Retazos” fueron las invitadas en la semana de la memoria en la Escuela de las Madres, como la conocen todos en la zona.

Antes, en la semana, hubo otros debates a partir de la visualización de dos largometrajes que relatan las infancias y adolescencias durante la última dictadura militar.

Las películas Kamchatka e Infancia Clandestina fueron las herramientas pedagógicas elegidas para abordar y reflexionar sobre temáticas vinculadas con la dictadura militar en Argentina y la defensa de los Derechos Humanos.

“Lo que hacemos es armar una semana de la memoria donde tratamos de fortalecer esta fecha y lo que siempre intentamos es seguir trabajándolo para hacer un nexo con el 2 de abril para que no quede como un hecho aislado sino como una consecuencia directa de lo que fue el golpe de Estado” afirma Adrián Méndez, actual vicedirector.

La presencia de las madres se encuentra plasmada en toda la institución, donde conviven murales de hace algunos años con nuevas intervenciones en tela y fotos de las Madres en la entrada de la escuela.

“La importancia de la memoria, el terrorismo de Estado, la importancia de la democracia, derechos humanos y la historia de las organizaciones de derechos humanos en la Argentina y Latinoamérica, lo que implican los espacios de la memoria, lo que implica la importancia de su vigencia”, dice Méndez, son los temas que desarrolla la escuela en su proyecto pedagógico.

Un compromiso que se renovó con el recambio docente

Hace 10 años la votación del nombre de la escuela estuvo acompañada de un profundo debate en el que participaron, docentes, estudiantes y las Madres.

La comunidad educativa, especialmente la estudiantil se sumó a la ronda de los jueves en la plaza 25 y las Madres participaron hasta 2017 de los actos de comienzo de ciclo, colaciones y, por supuesto, de los actos del 24 de marzo.

Luego, las jubilaciones, los movimientos de cargos y la pandemia bajaron la intensidad de la temática en la escuela, pero en 2021 volvió en forma de contenido en el proyecto pedagógico.

“En 2021 logramos organizar el proyecto institucional con una serie de contenidos que trabajamos transversalmente sobre pedagogía de la memoria, que están presentes en la planificación de todos los espacios curriculares”, afirma Méndez.

Al proyecto pedagógico por la Memoria, la Verdad y la Justicia, la institución le suma el trabajo interdisciplinario con La Educación Sexual Integral (ESI).

“Hay un trabajo conjunto entre el proyecto institucional de ESI y el de pedagogía de la memoria, la línea para trabajar es Género y Dictadura, el rol de las mujeres en el último golpe cívico-militar. El hecho de haber pensado los textos y películas tiene que ver con esto”, precisa Méndez.

Por su parte, las y los estudiantes, participan de la Red Nacional de Centros de Estudiantes (Renace) que este 24 de marzo volvió a hacer la convocatoria a participar de la marcha.

Les pibes

En el patio y en ronda, las pibas y pibes de la escuela de las Madres cuentan sus impresiones sobre las actividades de este marzo.

“Me impresionó el relato, porque yo pensaba que solo habían estado detenidas pero el texto dice cómo las torturaban”, apunta Joel, estudiante de quinto año.

“Creo que yo desde que entré a primer año a esta escuela, cada vez que vemos este tema me da mucha tristeza por las personas que vivieron eso (…) Yo había visto algo del tema en la primaria, pero desde primer año hasta ahora es que lo empecé a vivir más”, dice Martina.

“Nosotros no vivimos ni de cerca ese momento y hay pibes y pibas de otras escuelas que no saben o no hablan sobre el tema de la dictadura”, aporta Jazmín.

Hace diez años, otros estudiantes y otros docentes bautizaban la escuela abrazados a las Madres de la Plaza 25 de mayo y hoy la comunidad educativa sigue abrazando a las Madres “Por la Memoria, la Verdad y la Justicia”.

 

 

 

 

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