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Participación y conciencia

Memoria en presente o cuando los estudiantes toman la posta

En democracia y en dictadura, el movimiento estudiantil organizado es protagonista de la movilización social. De allí que recuperar esa importante historia haciendo memoria sea central para sostener las banderas del presente


P.L.

En cada marcha del 24 de marzo, se suman a la marcha las y los estudiantes de las escuelas secundarias de la ciudad de Rosario. En democracia y en dictadura, el movimiento estudiantil organizado es protagonista de la movilización social. De allí que recuperar esa importante historia haciendo memoria sea central para sostener las banderas del presente.

En los testimonios de Manuel, vicepresidente del Centro de Estudiantes de la escuela “Dr. Francisco de Gurruchaga”, y Julieta, presidenta del centro de estudiantes de Escuela N°570 “Julieta Lanteri”, se puede vivenciar la importancia que las y los pibes tienen en la conmemoración del 24 de marzo, fecha en la que se recuerda el golpe de estado cívico-militar que se produjo en Argentina en 1976.

Manuel menciona que su escuela realizó el acto conmemorativo los días 27 y 28 de marzo, con talleres de música, deporte y uno más general, incluyendo uno sobre el movimiento estudiantil.

Además, destaca la importancia de generar conciencia entre los estudiantes de que pueden formar parte de un proyecto nacional y político: “Nosotros tratamos de hacer hincapié en que los estudiantes somos parte de un proyecto nacional y político y podemos hacer cosas desde el centro” y añade que en el caso de la Gurruchaga se trata de una escuela “donde las y los estudiantes entran predispuestos a ver y escuchar”.

Los disparadores para la memoria del pasado reciente

Sobre su propia participación en los actos del 24 de marzo, Manuel recuerda el momento en que comenzó a tener interés por la memoria del pasado reciente: “El interés por la política y por la historia viene de mi casa y de la escuela. Me influyó mucho desde chico escuchar a los amigos de mi papá, las anécdotas: yo estuve acá, estuve allá, a mí me pasó esto y estuve con tal, eso fue importante, los amigos de mi viejo y los conocidos, la gente que iba a las marchas y se encontraban y recordaban momentos”.

Manuel reconoce también la dificultad de dar ciertos debates: “Escucho mucho que estos temas son para la gente grande, y nosotros hacemos hincapié en que la dictadura afectó a jóvenes de nuestra edad, como el 16 de septiembre de 1976, en la denominada Noche de los Lápices, fue uno de los sucesos más dramáticos de la represión vivida en aquellos años. Fueron pibes y pibas de nuestra edad a los que desaparecieron”. En efecto, son 250 los desaparecidos entre 13 y 18 años, la mayoría estudiantes de escuelas secundarias.

Por su parte, Julieta destaca la importancia de realizar actividades para brindar información y formación en el centro de estudiantes donde participa, especialmente en “una escuela de barrio donde muchos compañeros son de barrios más vulnerables”, y señala que han realizado talleres y charlas desde el centro y otras “más formales” con docentes, tratando de que los compañeros sientan empatía y comprendan la importancia del tema: “Tratamos de hacer talleres de concientización para que las y los compañeros se interesen y porque quizás en sus casas no tienen esa posibilidad”.

La importancia de la participación en los centros de estudiantes

Julieta transmite lo que sus compañeras opinan sobre la temática: “Nos pasa mucho cuando vemos películas que a veces son tan fuertes que no las terminan de procesar y piensan cómo pudo haber pasado esto acá o en nuestro país. Es tan fuerte (…) lo viven como una ficción” y agrega que el anclaje se produce a partir de otros elementos: “Lo relacionan con Malvinas o lo escucharon en alguna canción y lo van relacionando”.

Julieta relata la preocupación que ocupa hoy a sus compañeras y compañeros: “Cuando abordamos temas como la violencia en Rosario, cómo muchos chicos terminan en las calles o sin educación, ahí se preocupan más porque capaz que conocen a alguien que está atravesando por eso o algún amigo con el que dejaron de tener contacto porque no pudo seguir con la secundaria. Esas cosas es como que los moviliza más. Es algo que les toca vivir en el día a día”.

A pesar de la violencia presente en la actualidad, Julieta destaca que los estudiantes se comprometen con el tema de la Memoria, Verdad y Justicia.

En definitiva, ambos testimonios coinciden en que la participación de los centros de estudiantes es fundamental para concientizar a los jóvenes sobre temas políticos y sociales y para fomentar su participación en la construcción y sostenimiento de la memoria colectiva.

 

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