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El “Conectar” se “ajusta” con la UNR

El gobierno nacional pidió una evaluación a 11 universidades, entre ellas la local.

Por Claudio de Moya

Las últimas tecnologías, en particular las que operan sobre la informática y la comunicación, se modifican y propagan con tal vértigo que enseguida tornan obsoletas las legislaciones o las teorías que pretenden regularlas o reflexionar sobre ellas. Esas características son las que también ponen a prueba a las políticas públicas que las toman por objeto, como el Programa Conectar Igualdad, por el cual el gobierno nacional se propone entregar un total de tres millones de netbooks a estudiantes secundarios con el declarado objetivo de democratizar el acceso al flamante universo informático. Si la meta del plan es clara, su implementación en cambio se complejiza porque su carácter inédito lo obliga a avanzar sobre un terreno virgen, por lo que hay que ir “ajustándolo” sobre la marcha. Y para ello el Ejecutivo nacional encomendó a 11 universidades nacionales, entre ellas la de Rosario, la tarea de elaborar un mapa cualitativo de cómo la iniciativa es percibida tanto por sus destinatarios últimos –los alumnos– como por el resto de los operadores que intervienen en su puesta en marcha. Y también testear cómo su desarrollo está modificando tanto las relaciones como los escenarios en las escuelas, entre los jóvenes y hasta en el seno de sus familias. La tarea comenzará en diez días, y deberá estar concluida para cuando despunte la próxima primavera.

Como la propia materia sobre la que opera, este “seguimiento” también se instrumentó de manera acelerada: el Ministerio de Educación convocó a las universidades elegidas a una primera reunión hace unos 15 días, y la semana pasada ya les fijó un perentorio calendario: hay que arrancar, con los equipos multidisciplinarios y el plan de trabajo definidos, el 10 de marzo próximo.

“Las universidades fuimos convocadas como entes investigadores. No estamos auditando, sino rastreando las percepciones de los actores, incluso la de los coordinadores provinciales del proyecto, que son financiados por la Nación pero designados por la provincias. La idea es ir evaluando el programa mientras se va implementando, para moldear las políticas públicas al respecto. Es un trabajo bastante vertiginoso: comenzamos en marzo y en seis meses las 11 universidades que cubrimos todo el país deberemos presentar los informes”, explica el licenciado en Comunicación Dardo Ceballos, coordinador de contenidos en la Dirección de Comunicación Multimedial de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Ceballos es, además, quien tendrá a su cargo la coordinación general de los equipos armados por la casa de estudios local, a la que se le encomendó evaluar el despliegue pedagógico, institucional y social del Programa Conectar Igualdad en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes.

“Los equipos de trabajo harán un seguimiento, una investigación cualitativa sobre muestras intencionales que diseñará cada una de las universidades, con tendencia al moldeado de la implementación de las políticas públicas respectivas. Esto quiere decir que no se trata de un estudio censal ni que busque datos o números duros, porque eso el Programa ya lo tiene resuelto a través de la Ansés o de otros organismos”, aclara Ceballos.

El coordinador del seguimiento por parte de la UNR enumera la guía que organizará el trabajo: “La búsqueda es en tres planos. El primero es a nivel de la gestión del Programa, es decir cómo las jurisdicciones lo están implementando, indagar las percepciones que se están poniendo en juego. El segundo es el de las instituciones, que se refiere a las relaciones docente-alumno, alumno-alumno, y cómo la llegada de los equipos y del programa está modificando las prácticas áulicas. El tercero sería el de las familias, porque como las netbooks se entregan finalmente a los alumnos y pasan a formar parte de sus hogares, hay ver cómo están modificando ese ambiente”.

Ceballos enfatiza que no se trata de “medir el impacto” del Programa, algo que califica como “casi irresponsable” dado el grado de avance del mismo: según la página oficial de Conectar Igualdad (www.conectarigualdad.gob.ar) ya se entregaron 358.227 netbooks de un total propuesto de tres millones entre 2010 y 2012. El pasado 18 de febrero, la presidenta Cristina Fernández anunció la adjudicación a 27 empresas –nacionales y del exterior– para el armado de otro millón y medio de máquinas, que estarán en manos de los alumnos –prometió– en el transcurso de este año.

Precisamente, junto con el anuncio del estudio que iniciarán la UNR y otras 10 casas de altos estudios se hizo el de la inclusión de los colegios preuniversitarios en el plan, porque en un principio no estaban contemplados. Para el caso de la UNR, esto implica aproximadamente unos 3.000 equipos (ver aparte).

Dardo Ceballos resalta la urgencia con la que el gobierno nacional encaró esta fase de evaluación del Programa para su ajuste, una “velocidad” acorde con la dinámica de la tecnología que se busca democratizar pero que excede en mucho a la que caracteriza los escritorios estatales. Respecto de la elección de las universidades que realizarán el mapeo, dijo que “fue una decisión de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio del Interior, quien tras un llamado de la Ansés distribuyó el territorio” y las responsabilidades. Y abundó: “Es todo muy vertiginoso. Esto no puede correr dentro de los tiempos normales de la administración pública. El 10 de marzo tenemos que presentar el proyecto y empezar a trabajar, y en seis meses entregar los resultados”.

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