Un tirador serial volvió a desatar ayer una nueva y sangrienta tragedia en los Estados Unidos. Esta vez, el horrendo epílogo de un ataque de locura inexplicable tuvo lugar en una escuela primaria de Connecticut, en el noreste del país, y a poco más de 100 kilómetros de Nueva York. El saldo: al menos 27 personas muertas, entre ellas unos 20 alumnos, de entre 5 y 12 años, y el propio atacante abatido, un joven de 24 años que además asesinó a sus propios padres.
El suceso tuvo lugar por la mañana en la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, una ciudad de 27.000 habitantes situada a 128 kilómetros de distancia de Nueva York. A la escuela asisten unos 600 niños y niñas, según un canal local.
La Policía local fue alertada de un tiroteo poco después de las 9.30 locales. La institución pidió inmediatamente la ayuda de la policía estatal, que también se hizo presente en las instalaciones.
El presunto autor, quien también habría matado a sus padres, según las primeras versiones, fue identificado como Ryan Lanza, de 24 años.
Al parecer, primero, asesinó a su padre en una casa de Nueva Jersey y luego condujo en auto durante más de una hora rumbo a Newtown.
Así, llegó al establecimiento educativo donde su madre trabajaba como profesora. Según los trascendidos de los medios locales, irrumpió en la clase y arremetió contra su madre y el resto de los niños que se encontraban en el salón.
El autor de los disparos llevaba consigo cuatro armas y un chaleco antibalas, a pesar de lo cual fue, poco después, abatido por la Policía, según los primeros reportes de la prensa, aunque otras versiones hablaban de suicidio.
El diario local The Hartford Courant informó, citando fuentes policiales, que además varias personas resultaron heridas de bala, sin precisar la gravedad de las heridas. Todas las escuelas de la ciudad fueron cerradas mientras la Policía evaluaba la situación, dijo el vocero policial, el teniente Paul Vance.
Los heridos se encontraban “muy graves” en un hospital en Danbury, según el alcalde de esa localidad, Mark Boughton.
Además de los 20 alumnos, fueron asesinados otros adultos que trabajaban en la escuela.
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