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EE.UU.: la fuga del crudo quedó sellada

Después de cinco meses, declararon cerrado el pozo de la plataforma de BP.

Estados Unidos declaró ayer definitivamente sellado al pozo petrolero de la británica BP en el Golfo de México, cuya explosión hace cinco meses provocó el mayor desastre ambiental de la historia del país. El almirante retirado Thad Allen, designado por Washington para supervisar las operaciones de control de la marea negra, dijo que las maniobras para sellar con cemento el pozo fueron terminadas con éxito.

“Con este procedimiento podemos anunciar que el pozo Macondo 252 está efectivamente cerrado”, dijo Allen, quien resaltó que la fuga “ya no es una permanente amenaza” para el Golfo de México. El derrame de crudo cesó el 15 de julio pasado gracias a la colocación de una tapa, pero el nuevo taponamiento con cemento neutraliza de una vez por todas, e impide, toda fuga.

El presidente estadounidense Barack Obama destacó que se había franqueado “una etapa importante” pero advirtió que seguirá comprometido en “hacer todo lo que sea posible para que las costas del Golfo se recuperen totalmente de la catástrofe”, según un comunicado de la Casa Blanca.

Es que el procedimiento no necesariamente pone fin a la contaminación en la región: la flora y fauna submarina se verán afectadas por años, incluso décadas, según las autoridades estadounidenses.

La maniobra consistió en inyectar una mezcla de materiales y cemento a través de un pozo de auxilio. A diferencia de las anteriores operaciones realizadas en el fondo del mar, a 1.500 metros de profundidad, el proceso de cementación se lleva a cabo a nivel del yacimiento, a 4.000 metros.

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