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Duros combates en Damasco

La oposición denuncia los enfrentamientos más violentos en la capital siria desde que comenzó la revuelta contra Al Assad.


La capital de Siria, Damasco, fue ayer escenario de los combates “más violentos” desde el inicio de la revuelta popular en ese país, afectando a diversos barrios de la ciudad, afirmó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

“El Ejército regular lanza tiros de mortero contra diversos barrios” donde se encuentran combatientes rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL), dijo a la agencia AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahmane. Los enfrentamientos en Damasco “nunca habían tenido esta intensidad”, añadió.

“Los combates más violentos se producen en los barrios de Tadamone, Kafar Soussé, Nahr Aicha, Sidi Qadad y al Kaddad. Las fuerzas de seguridad tratan de retomar el control de esos barrios pero por el momento no lo han conseguido”, dijo Rahmane.

Por su parte, integrantes de los Comités Locales de Coordinación, que animan a resistencia, informaron que pesadas columnas de humo negro se elevaban al cielo en el barrio de Tadamone, y que fuertes explosiones se habían registrado en Nahr Aicha.

“Respuesta militar”

En tanto, el gobierno sirio rechazó ayer las críticas de la ONU por la muerte de 250 personas en la ciudad de Tremseh –la peor matanza desde que comenzó la rebelión contra Bashar al Assad, hace dieciséis meses–, descartó que se trate de “una masacre”, y aseguró que fue una “respuesta militar” del Ejército contra “terroristas”

“Lo que sucedió no fue una masacre sino un enfrentamiento entre fuerzas regulares y grupos armados que no creen en una solución pacífica”, dijo el vocero de la Cancillería, Yihad Makdisi, durante un encuentro con periodistas en Damasco, transmitido en directo por la cadena Al Yazira y la TV estatal.

“Ésta es la realidad, política y militarmente”, agregó el portavoz sobre la feroz matanza del jueves pasado en la ciudad cercana a Homs, que volvió a gatillar la indignación internacional.

Una cámara más valiosa que un fusil

“No cambiaría mi cámara por un Kalasnhikov”, afirma Trab Zahore, uno de los seis activistas del centro de medios rebelde de Al Qusayr, encargado de grabar y difundir en internet las imágenes de las matanzas y las atrocidades del conflicto en Siria.

“Cada uno tiene su papel en esta revolución. Algunos empuñan armas, otros trasladan heridos. Mi papel es grabar todo lo que ocurre en Al Qusayr para que el mundo sea testigo de cómo nos están masacrando”, asegura este militante que vio morir a su hermano, a quien filmó cuando era ingresado herido a un hospital, donde falleció.

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