Un hombre de 53 años quedó formalmente imputado de intentar matar a su ex pareja. El hecho se registró el martes pasado en la localidad de Arroyo Seco cuando el sospechoso discutió con la víctima, quien terminó herida de un escopetazo en el cuello. Ayer, el fiscal Adrián Spelta solicitó una gravosa imputación en su contra: le achacó el delito de tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por la condición de mujer de la víctima. El planteo fue aceptado por el juez Héctor Núñez Cartelle, quien dictó la prisión preventiva sin plazo en contra del acusado.
María mantuvo una relación amorosa con Juan Bautista C., con quien tuvo 7 hijos; hace 4 meses, la mujer puso punto final al matrimonio y se fue del hogar a pesar de la negativa de su esposo a terminar el vínculo. En la tarde del martes, y según la acusación la Fiscalía de Homicidios Dolosos, el hombre se presentó en la vivienda de la mujer y le exigió que abriera la puerta.
Ante la negativa de la víctima, el sospechoso se dirigió a su camioneta, sacó una escopeta y volvió hacia el domicilio. María lo observó desde la mirilla de la puerta, y pudo correr hacia el interior de la vivienda, aunque la perdigonada de un escopetazo que impactó en la abertura la hirió en la nuca. La mujer debió ser asistida médicamente, aunque se recupera sin riesgo de vida de la lesión, mientras el hombre escapó del lugar y se presentó dos días después del hecho en una dependencia policial.
Spelta refirió que la mujer vivió una situación de sometimiento durante la relación, en la que el hombre consideró a la víctima “una cosa de su propiedad”. El fiscal explicó que, al declarar, la víctima intentó minimizar el hecho, lo que tildó como una reacción típica de una relación asimétrica y jerárquica, donde no sólo existe un sometimiento psicológico sino económico, ya que el hombre es el único sostén del hogar. Incluso relató que los propios hijos de la víctima sugirieron que no señalara al padre por su condición de proveedor. El funcionario presentó una nota periodística donde María brindó detalles de la relación que no hizo ante la Fiscalía.
En dicha entrevista la mujer refirió que la relación venía mal desde hace 10 años, que eran constantes las agresiones y que muchas veces las mismas tenían lugar delante de los hijos. Detalló que terminó la relación un día que el hombre llegó borracho: “Me fui porque era insoportable la situación”.
El fiscal sumó los dichos de la actual pareja de la víctima, que es hermano del agresor, quien describió una pelea donde fue atacado por su hermano con un cuchillo, que logró sacarle sin ser lastimado, previo al incidente donde la víctima fue herida, detalló.
La versión de la defensa
A su turno, la defensora Angélica Gauna contó una versión diferente. Dijo que su cliente es “un buen hombre”, que trabaja en un frigorífico del lugar desde hace muchos años y que no fue violento con su pareja. Sostuvo que en febrero se separaron de hecho, y que su cliente firmó un acuerdo de cuota alimentaria sin asesoramiento.
La letrada afirmó que, salvo un niño de 12 años, el resto de los hijos de la pareja están casados y detalló que esa tarde Juan Bautista C. fue a llevarle parte de la cuota alimentaria a la mujer y se encontró con el traumático cuadro de que María vivía con su hermano, circunstancia en la que se produjo un enfrentamiento en el que su defendido fue maltratado y afirmó que no se trató de un caso de violencia de género.
Finalmente, el acusado decidió declarar ante el magistrado: en líneas generales mantuvo la versión de la letrada, aunque deslizó que conocía de antes el vínculo entre su hermano y su ex pareja. Detalló que todos viven en un radio de una cuadra y media y refirió que tenía intenciones de que María retomara la relación con él, hasta que se enteró que salía con su hermano. “Habiendo tantos me hizo eso”, refirió. A partir de allí sostuvo que empezó a tomar pastillas para dormir y negó ser violento.
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