Ciudad

Echados de lavadero industrial

Dos despedidos llevan 60 días reclamando en una esquina

Oscar Silva y Néstor Luján reclaman todos los días a los dueños de Laundry, que dejó a 50 personas en la calle. Las esposas de dos de los trabajadores están enfermas de cáncer. Tuvieron siete audiencias en el Ministerio de Trabajo, pero siguen sin cobrar desde enero


Oscar Silva hace dos meses que está en la esquina de Córdoba y Corrientes, de 8 a 15, en uno de los locales de la marca de ropa Laundry. Hasta este martes lo acompañaba Néstor Luján. Son dos, de los 50 operarios, del lavadero industrial de Granadero Baigorria que a principios de este año fue abandonado y vaciado por la patronal. “Hace siete meses que estamos sin cobrar. Mi compañero Néstor se bajó y se sumó otro, Federico Lugo. Es probable que se sumen más”, contó Silva. Lo más grave es que dos de los trabajadores que se quedaron sin obra social deben enfrentar enfermedades sin sueldo. Dos de los trabajadores tienen a sus mujeres enfermas de cáncer.

“Jorge Robiolo, dejaste a 50 familias en la calle. No se borre. Laundry es de usted. Paguen”. “Orlando García, dueño de Laundry, queremos cobrar lo que nos deben. Siete meses sin cobrar”, rezan algunos de los carteles que acusan a los dueños del lavadero.

Oscar tiene 54 años y en 2001 comenzó a trabajar como vigilador en el lavadero textil de Presidente Roca al 500. En 2004 pasó a planta y se ocupaba de embolsar la mercadería para enviarla a los clientes. También fue uno de los delegados. “No nos despidieron. No nos mandaron un telegrama. No nos indemnizaron. Cuando uno de los dueños volvió de vacaciones en enero pasado cerró la fábrica y dejó en la calle a 50 familias. Hace meses que no cobramos el sueldo y nos deben el aguinaldo”, resumió el hombre.

El ex operario del lavadero GB contó que Lugo, un hombre de 59 años y que trabajó en el lugar durante 27años, se sumó a la diaria lucha en la esquina del cruce peatonal.

“Néstor se fue a buscar changas. Lugo fue planchador por casi 30 años en el lavadero. Tiene problemas en la columna y su esposa tiene cáncer. Lo dejaron sin obra social y se le hace difícil poder comprar los medicamentos. No es el único caso. Ricardo Muñoz es otro compañero que tiene a su mujer con cáncer”, describió el hombre.

Silva remarcó que de las personas que transitan todos los días la peatonal reciben palabras de aliento, se solidarizan y hasta los ayudan con algo de dinero.

“Ayer pasó Robiolo, uno de los dueños, y nos saludó como si fuéramos amigos de toda la vida. Lo saludamos por respeto. Pero estamos cansados, pasamos frío y hambre”, se lamentó el hombre.

Silva explicó que mantuvieron siete audiencias entre las partes en el Ministerio de Trabajo de la provincia: no se llegó a un acuerdo. Finalmente el caso pasó a manos de la Justicia y lo lleva adelante el juez Ezequiel Zabale, de la 3ª Nominación.

Oscar vive en barrio Empalme Graneros, tiene dos hijos y todas los mañanas se sube a su moto para llegar a Córdoba y Corrientes para reclamar lo que le corresponde. Está parado durante ocho horas en esa esquina y vive de los pocos pesos que le deposita la gente en una alcancía que deja en el piso en Córdoba y Corrientes.

“La moto se me rompió tres veces y con el dinero que la gente nos deja en la alcancía pude arreglarla. Con frío o lluvia no vamos a claudicar. Exigimos lo que nos corresponde”, aseguró.

El lavadero industrial de Granadero Baigorria tenía una plantilla de 50 trabajadores y hacía 30 años que realizaba tareas para diferentes marcas de ropa. Hoy todo es incertidumbre.

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