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La muerte de Chiara

Dos adultos siguen presos

Ayer liberaron a los abuelos del adolescente de 16 años acusado de matar a su novia. La madre y el padrastro, en tanto, serán imputados hoy por el fiscal; a él lo comprometen manchas de sangre.


Los investigadores del crimen de Chiara Páez, la adolescente embarazada cuyo cadáver fue encontrado enterrado en la casa de su novio en la ciudad de Rufino, hallaron manchas que serían de sangre en la ropa del padrastro del chico de 16 años acusado del crimen, lo que acrecienta las sospechas sobre la “intervención de otra persona” en el hecho.

En tanto, la Justicia ordenó liberar a los abuelos del muchacho, mientras que la madre de éste y su pareja continuaban detenidos y hoy serán notificados formalmente de la imputación en su contra durante una audiencia ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

El fiscal regional con jurisdicción en Rufino, Alejandro Sinópoli, confirmó a la prensa que los peritos de la Policía local hallaron en la casa de los acusados unas prendas de vestir con manchas que podrían ser de sangre e indicó que, en caso de que esto último se compruebe, deberá “hacerse un cotejo de ADN” con el perfil genético de Chiara. “En una habitación donde pernoctaría la pareja de la mamá de este chico (por el novio de la víctima) se encontraron prendas y calzados con lo que parecerían muestras de sangre”, explicó el funcionario judicial.

De acuerdo a un comunicado de prensa del Ministerio Público, una de las prendas es un “pantalón” y las mismas fueron encontradas “debajo de una cómoda” de dicho dormitorio.

Este hallazgo refuerza la hipótesis de los investigadores que apunta a que el chico de 16 años que confesó ante la Justicia de Menores haber sido el autor material del homicidio y del entierro del cadáver de su novia “no actuó solo”.

“El menor, a criterio mío, ha falseado la declaración. Fue coherente en todo pero en lo más importante, que es cómo es la mecánica de golpes, se contrapone con las pruebas médico forenses”, aseguró Sinópoli.

El funcionario de la acusación añadió: “Si él se autoincrimina con lujo de detalles, ¿qué lo lleva a falsear la verdad (respecto) al modo en que la golpea? Está ocultando la intervención de otra persona”.

En ese sentido, Sinópoli dijo que el fiscal de Rufino a cargo de la causa, Mauricio Clavero, va a mantener la imputación “de la mamá y el padrastro como coautores o partícipes del homicidio”.

Finalmente, con respecto al móvil del crimen, el fiscal regional manifestó que el embarazo de ocho semanas que cursaba Chiara “pudo ser un motivo”, aunque hasta el momento no se descartaban otras posibilidades.

Respecto de esta situación, Verónica Camargo, madre de la víctima, contó a la prensa que su hija y el novio de ésta “no querían” el embarazo, a pesar de lo cual, su familia decidió “acompañar” a la adolescente “independientemente de si el chico la acompañara o no”.

“Yo hace poquito me había enterado del embarazo y como estaba muy descompuesta íbamos a ir en la semana a hacerle unos controles ginecológicos”, explicó la mujer.

Sobre el novio de su hija, la madre de Chiara señaló: “Yo al nene lo estuve defendiendo hasta último momento porque no creí que fueran capaces de semejante barbaridad”.

“Sé que todo lo que hagamos no le va a devolver la vida. Pero por lo menos quiero que todos los que le hicieron esa monstruosidad paguen. No puedo entender, no cabe en la cabeza de nadie”, agregó Camargo.

Por último, la mujer expresó que vive un “momento horrible”, el cual no se lo desea “a nadie”, y que busca “tener fuerzas” y “encontrar justicia” para saber “qué le hicieron exactamente” a su hija.

Chiara (14) era buscada desde la madrugada del domingo y su cadáver fue hallado casi 20 horas más tarde en la casa de su novio, quien fue entregado a la Justicia por su padre que es policía.

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