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Reflexiones

Disquisiciones sobre el “problema” de Argentina

Los candidatos están prestos al llamado telefónico de Marcelo Tinelli, pero no a planificar el futuro de Argentina.


Esta semana el profesor Pedro Barcia, titular de la Academia Nacional de Educación, dijo: “Si comenzáramos ahora, necesitaríamos diez años para reconstituir el daño que hoy tiene la educación argentina”. Cuenta que los alumnos de primer año de la facultad de periodismo en La Plata no comprenden lo que leen en un 50%. Además un último trabajo muestra lo siguiente: a los padres les interesa la educación como tema prioritario cuando hay paro dado que pasa a ser un problema dónde dejar los chicos. Cuando este obstáculo se resuelve, la educación como tal ocupa el séptimo lugar en sus preocupaciones.

Si tomamos otro gran tema importante para la vida de nuestro país, la energía, el ingeniero Raúl Bertero especialista en esta materia, tres años atrás ya señalaba que Argentina necesitaba seis años para reconstituirse.

Si miramos la salud pública, es suficiente escuchar a médicos, enfermeras y a los propios pacientes que deambulan por hospitales colapsados, por obras sociales que muestran su deterioro, por los meses que debe esperar una persona para realizarse un estudio de mediana complejidad o una cirugía. Ocho años le demandó a Ramón Carrillo lograr que la salud pública fuese un derecho de todas las personas en nuestro país. Decía que los problemas de la salud no se resuelven si la política sanitaria no tiene el respaldo de la política social. Y la política social no existe correctamente sin una economía organizada en beneficio de las mayorías. Agregaba visionariamente Carrillo que no sirven las conquistas técnicas médicas, es decir los avances científicos, si estos no pueden llegar al pueblo por los medios adecuados. Ignoro cuánto tiempo demandará la reconquista de una salud pública de alto nivel como Argentina tuvo en su historia.

El gobierno argentino hace rato ha priorizado el turismo interno a través de un largo calendario de feriados. Aquí también hay un enorme déficit, con el agravante del cobro de peajes, dado que según los informes correspondientes a la infraestructura vial la red de autopistas creció a razón de 26km por año. En la última década hay que ponderar además el enorme aumento en el parque automotor. La telaraña vial de la Argentina suma 242.000 kilómetros, de los cuales 77.900 son pavimentados y 1.500 corresponden a  autopistas. El resto de los caminos son de tierra, ripio o mejorados. Buena parte de los asfaltados se encuentran en malas condiciones. El dato insoslayable es que el 85% de las cargas se transportan vía terrestre, ante un sistema ferroviario aún más débil.

En el tema vivienda, según el censo del 2001, el déficit era del 30%; según estudios del 2012 el mismo asciende al 25,4% promedio. El dato significativo es el crecimiento del hacinamiento familiar: el número de hogares en esa condición se incrementó en un 20,8% por encima de la cantidad de viviendas, lo que significa en igual período que los hogares que comparten hogares  pasaron de representar un 6,5% en el 2001 al 12% actual. Si demoramos 10 años en paliar un 5% del déficit habitacional, empezando ya necesitamos 40 años…

Como me dijo días atrás el doctor Aldo Ferrer el problema de Argentina está tranqueras adentro, en la inflación, en la recesión, en las economías regionales, en el déficit fiscal. El problema mayor a mi criterio es que los candidatos 2015 están más atentos y prestos al llamado telefónico de Marcelo Tinelli que a estudiar, comprender y planificar una Argentina que salvo algunos pocos aspectos, ha involucionado notoriamente.

Un aspecto que justamente merece ser destacado tiene que ver con el consecuente trabajo de los organismos encargados en recuperar la identidad. Esta semana la titular de Abuelas, Estela de Carlotto, después de 36 años pudo abrazar a su nieto. La mágica e indescriptible palabra que sus oídos no percibieron durante tantos años, finalmente se hizo realidad: “Abu”.

La foto de la Abu Estela junto a su nieto recuperado va mucho más allá del hecho en sí y debiese ser tomado e imitado por los dirigentes políticos que quieren gobernarnos. La persistencia, consecuencia, planificación, en definitiva una política de Estado, permite el resultado.

Argentina necesita de políticos que no se distraigan en el marketing efímero, superficial, casi chabacano de Tinelli, dado que la realidad merece que ocupen todo su tiempo en transformarla. No hablo de políticos aburridos, hablo de políticos serios.

Política en Santa Fe

A propósito de la presencia de Sergio Massa en el Congreso de Aapresid, consulté al senador Carlos Reutemann, quien me manifestó: “El miércoles conversé con Sergio, le dije que los candidatos tienen que mostrarse. También le expresé que alguien neutral me consultó la opinión sobre armar la unidad con todos para oponerse al socialismo en el 2015. Yo le contesté que como soldado raso acompaño esta postura. Por supuesto que hay un partido, habrá congresos, es decir hay mecanismos para avanzar sobre este tema y darle forma”. Le pregunté, ¿con todos?: “Y sí, sino no es unidad. Claro que si cada candidato viene con su candidato a gobernador la cosa se complica, para eso están las Paso. Habrá que ver como se perfecciona este tema porque también es cierto que los resultados de las Paso a veces no se reflejan luego en la general”, contestó. Le consulté sobre su candidatura; me dijo: “Yo no soy candidato a nada”

¿Nace una alianza? ¿Del Sel con Barletta y Giustiniani? Hasta la semana pasada Del Sel miraba la posibilidad de las Paso peronistas. Esta semana, ¿se acercaría al sector disidente del oficialismo del Frente Progresista?

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