Policiales

Balas en el sudoeste

Detuvieron a Facturita por el ataque que dejó a un muchacho malherido en barrio San Francisquito

Leonardo Rodolfo R., de 34 años, estaba en una casa a la vuelta de donde hirieron a Matías T., de 27. El sospechoso intentó huir por los fondos pero lo atraparon. También secuestraron una mochila que intentó descartar en una vivienda lindera, donde tenía cartuchos, plata y dos tablet


A Matías Leonardo T., de 27 años, le dispararon en la noche del jueves pasado desde una moto y lo dejaron herido de gravedad en barrio San Francisquito. Este sábado, el personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) allanó dos domicilios y en uno de ellos detuvo a otro muchacho bajo sospecha de ser uno de los dos autores de ese ataque, que dejó a la víctima internada en estado reservado con un balazo en el estómago y otro en el pecho, y seis vainas servidas en el asfalto.

Leonardo Rodolfo R., de 34 años y a quien conocen como Facturita, fue localizado y apresado en una vivienda de calle Deán Funes al 4000, a la vuelta de donde ocurrió el ataque a balazos que dejó grave al joven. Los uniformados lo alcanzaron en pleno intento de escape por los fondos de la casa, huida en la que había arrojado una mochila a la propiedad lindera. Dentro, encontraron cartuchos intactos calibre 22, dos tablet, un teléfono celular y poco más de 27 mil pesos.

La requisa de la vivienda donde estaba terminó con el secuestro de otro cartucho calibre 30, siete teléfonos celulares, una notebook y otra tablet, más ocho tarjetas de memoria y chips de telefonía celular.

Además de Facturita, quedaron demorados Matías Lucas P., de 21 años, y Débora Alejandra P., de 28, que estaban con el sospechoso en el mismo domicilio.

A unos metros, dos días antes
Detenidos por el intento de homicidio de Matías T.

 

El ataque fue a unos metros de la vivienda allanada. Alrededor de las 20 del jueves último, Matías T. estaba por entrar a su casa de bulevar Avellaneda al 3300 cuando dos personas se le acercaron en un moto. Bajaron la velocidad y uno de ellos comenzó a dispararle.

El testimonio de los vecinos coincidió con los hallazgos de las vainas servidas: escucharon, dijeron, media docena de detonaciones. El muchacho fue socorrido por un vendedor de churros, que lo llevó en un vehículo particular hasta el hospital de emergencias Heca, donde quedó internado con pronóstico reservado. “Un muchacho trabajador, igual que la mujer”, describieron a la víctima habitantes de la cuadra.

El caso quedó a cargo de la fiscal Georgina Pairola, de la Unidad de Homicidios Dolosos, por la gravedad de las heridas que sufrió la víctima.

 

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