Ciudad

La crisis también los golpea

Detrás de escena: artistas locales y espacios culturales suman esfuerzos para afrontar la cuarentena

Armaron un comité de crisis para hacerle frente a la pandemia y gestionar iniciativas conjuntas. Además, mantuvieron reuniones con municipio y provincia para buscar alternativas. Una de las propuestas es la creación de una plataforma digital para hacer funciones online


Ana Stutz / Arte El Ciudadano

La malabarista en la esquina de Pellegrini y Mitre, el dúo de voz y guitarra que todos los mediodías sube al 110, la payasa que hace una función en la plaza, el mago que impresiona con un truco en un cumpleaños infantil. Son artistas cuyos escenarios son las calles, las plazas, los colectivos. Reciben aplausos de los pasajeros, los conductores, o los caminantes. Desde que comenzó el aislamiento obligatorio se quedaron sin público y sin fuente de ingreso. Entienden que las medidas de cuidado son necesarias pero piden que el Estado los contemple entre los beneficiarios de programas económicos para la pandemia. Por eso, armaron un comité y mantuvieron reuniones con el municipio y provincia para encontrar alternativas. Mientras buscan una solución de fondo, reparten bolsones de alimentos a quienes más lo necesitan. Hasta el momento repartieron 461 bolsones y este viernes darán otros 100.

“Somos artistas de cercanía, titiriteros, narradores y payasos que necesitamos del público para trabajar. Hoy no tenemos la posibilidad de generar ingresos”, dijo a El Ciudadano Christián Álvarez, representante local de la Asociación Argentina de Actores.

Desde varias disciplinas, las y los artistas armaron un comité de crisis para hacerle frente a la pandemia y gestionar iniciativas conjuntas. Lo integran la Asociación Argentina de Actores, Titiriteros Rosarinos, Movimiento Rosarino de Narración Oral (Moronao), Payasos Autocovocades, Movimiento de Apoyo al Teatro Independiente Rosario (Matir), Asociación de Teatros independientes Rosario (Atir), Agrupación de Trabajadores Autogestives de Artes Escénicas (Taaer), Colectivo Rosarino de Espacios Culturales (Crec), Asociación Argentina de Trabajadores de la Danza (Aatda), y el Colectivo de Artistas en Movimiento (Cobai).

“Empezamos a agruparnos por esta problemática. La mayoría somos trabajadores informales y no convocamos a grandes multitudes. En nuestro sector se evidencia la crisis desde que empezó el aislamiento. Se suma a la problemática habitual porque vivir del arte es complejo, y además veníamos de la devaluación y la inflación. El cambio de signo político detuvo el trabajo en el verano. En octubre se suspendieron funciones ya pautadas del ciclo de teatro en la calle y de narradores porque no había fondos. La pandemia nos encontró en cero, pero preparados en cuanto a la organización”, dijo Corel desde Trabajadores Autogestives de las Artes Escénicas de Rosario (Taeer), y adelantó que desde las agrupaciones hicieron un censo para conocer cuántos artistas están en la misma situación.

Las agrupaciones mantuvieron reuniones con municipio y provincia para encontrar alternativas para un rubro que será uno de los últimos en volver a trabajar. Entre las propuestas está la de generar un bono solidario de emergencia para el sector más vulnerable, la contratación adelantada de espectáculos e intervenciones, la generación de contenido radiofónico en radios comunitarias y cooperativas, la redirección de presupuestos destinados a funciones o capacitaciones en el exterior, y la creación de una plataforma digital (similar a la que existe para los comercios) para subir actividades, espectáculos y talleres de formación con entrada a la gorra.

“No queremos dejar de hacer. Vamos a movilizar y aparecer desde el reclamo y desde un lugar creativo que aporte nuestra mirada en medios que ya están trabajando con la comunidad a la que interpelamos. Somos seres emocionales y necesitamos ese ida y vuelta con la comunidad para encontrarnos con nuestro público”, agregó Corel.

Otro de los aspectos en los que trabajan junto con municipio y provincia es en la elaboración de protocolos para reactivar la actividad luego de la cuarentena. “Tenemos que pensar la transición y cómo vamos a generar el regreso de las actividades en función del trabajo”, señaló Álvarez.

Espacios culturales

Los espacios culturales son otro de los afectados por la pandemia. Desde que comenzó el aislamiento debieron cerrar sus puertas, dejando a docentes sin trabajo y debiendo pagar alquileres e impuestos sin ingresos. En este contexto, titulares de centros culturales formaron el Colectivo Rosarino de Espacios Culturales (Crec) que reúne a distintos espacios de la ciudad.

“Estamos de acuerdo con las medidas de prevención, pero nos deja vulnerables porque sin los espacios no trabajamos, sobre todo quienes necesitamos del contacto físico para el cuidado del cuerpo. Estamos haciendo clases virtuales, pero con menos estudiantes, ya que no podés enseñar los mismos contenidos”, dijo Florencia Salamone, desde Cuarto Creciente, uno de los espacios que integran el Crec.

“Hacemos clases en vivo. Al principio fue atractivo por lo novedoso y a las alumnas les resultó entretenido. Pero con la extensión de la cuarentena ese entusiasmo se fue perdiendo. Tuvimos que buscar formas de motivar a las y los estudiantes para que puedan sostener la actividad. Con las niñas fue más complicado porque algunas familias consideraron que están sobrecargadas por las tareas de la escuela. De mi grupo de estudiantes continuaron sólo tres”, contó Salamone quien enseña telas, preparación física y elongación a niñas, niños, adolescentes y adultos.

En algunos espacios, docentes pudieron continuar con las clases de forma virtual, pero hay quienes se vieron sin un soporte técnico que les permita hacerlo. Continuaron tomando clases online quienes habían comenzado con talleres de verano, pero los espacios no registraron nuevos ingresos, ya que por lo general las inscripciones comienzan en marzo.

“Nuestra actividad implica el contacto presencial con clases y espectáculos que ya no se pueden hacer. Hay que afrontar el alquiler y los gastos para sostener el espacio y el trabajo de entrenadores. No todos tienen la posibilidad de tener conexión para dar clases online, y los docentes que recién iniciaban no tenían grupos que continuaran. Sólo la mitad de alumnos y alumnas se sumó a la propuesta virtual. Las cuotas son más bajas porque la formación no es completa”, dijo Liana Barrale, directora y fundadora de La Escuela de Circo El Ruedo, otro de los espacios del Crec, donde desde 2006 entrenan y se capacitan cerca de 200 niñas, niños, adolescentes y adultos.

A mediados de enero de este año, debieron cambiar de espacio y llegaron a inaugurar el nuevo salón 6 días antes de la cuarentena. “No tenemos otro ingreso además de los talleres y las funciones. Pedimos colaboración a la comunidad, y a alumnos que puedan aportar a sostenernos”, agregó Barrale.

A los planteos colectivos, los espacios culturales le suman uno más: la dificultad para afrontar los costos de alquiler e impuestos. Por eso, pidieron la exención o reducción de tasas e impuestos fiscales, provinciales y municipales; subsidios para solventar los gastos fijos (alquiler, impuestos y servicios); asistencia en la publicidad de las actividades dictadas de manera virtual; acceso a una línea de crédito a tasas subsidiadas a través del Banco Municipal; permisos de circulación para revisar el estado de los espacios; usar instalaciones municipales o provinciales para el desarrollo de clases online y grabaciones audiovisuales; capacitación o asesoramiento para garantizar medidas de cuidado, higiene y prevención para el regreso a clases presenciales.

Acuerdo

Álvarez explicó que desde la Asociación Argentina de Actores hicieron un acuerdo con el Instituto Nacional del Teatro (INT) para que el Plan Podestá (una línea de subsidios y ayudas especiales) llegue también a titiriteros. A su vez, activaron un plan de contingencia para redireccionar los fondos de subsidios para la compra de funciones anticipadas. El objetivo es ampliar el círculo e incorporar a trabajadores que no están registrados.

Desde la Asociación también mencionaron la situación crítica que atraviesa el sindicato y el sistema de salud de actores. “Lanzamos una campaña a nivel nacional para recibir colaboraciones. Arrastramos cuatro años de macrismo, donde el sector tuvo menos trabajo y menos ingresos, y la pandemia terminó de afectarnos”, contó Álvarez.

Solidarios

Artistas Solidarios es una iniciativa que surgió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y se replicó en ciudades como La Plata o Mar del Plata. Esta semana llegó a Rosario. La convocatoria invita a colaborar con alimentos o mediante una transferencia a una cuenta bancaria para para apoyar a las y los artistas afectados por la pandemia.

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