Edición Impresa

Denuncian brutal golpiza a un cadete

La víctima es un ingresante de la escuela Vucetich de la Policía bonaerense.

El padre de un cadete de la  Escuela de la Policía bonaerense Juan Vucetich denunció ayer que su hijo fue torturado por oficiales de esa institución, que lo mantuvieron 12 horas en una pileta a la intemperie, le clavaron agujas en las manos, lo golpearon y lo obligaron a recorrer cuatro kilómetros de rodillas. Por su parte, el jefe de la Policía bonaerense, Juan José Paggi, dijo que Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad inició una investigación para establecer lo sucedido.

Juan Ferreira, padre del joven cadete, detalló que todo comenzó con una “maniobra” que le hicieron a su hijo: “Quedó de imaginaria (guardia nocturna) y tuvo que proceder a un supuesto intento de fuga de una persona y, cuando la redujo, era un oficial”, contó según la agencia Télam.

A partir de ese momento, dijo el denunciante, oficiales de la escuela “le empezaron a pegar palazos, le hincaron con agujas en la mano, lo tuvieron desde las 2 de la mañana hasta las 2 de la  tarde dentro de una piscina sin poder hacer pie y le tiraban  piedras para que las junte dentro del agua y las tire afuera”.

Según Ferreira, su hijo estuvo en el agua hasta que lo sacaron “pura y exclusivamente porque el señor gobernador (bonaerense Daniel Scioli) se acercó a comer ahí, a la Vucetich”.

“Lo retiran del agua semidesmayado y cuando se recupera lo siguen bailando porque no quiso firmar la baja”, agregó el hombre.

Ferreira sostuvo que su hijo luego fue obligado a ir y volver de rodillas hasta la puerta de la escuela cuatro veces, es decir unos cuatro kilómetros, cargando las valijas de unos compañeros y finalmente la suya, que arrojaron por la puerta a la calle. Luego, lo echaron del establecimiento y lesionado de gravedad y casi desmayado, el cadete regresó a su casa donde fue asistido por sus padres y luego hospitalizado.

“No sé cómo llegó, primero se desvanece en la estación de trenes y pasa una señora que lo despierta, lo levanta y lo lleva a tomar el colectivo para que vuelva a casa”, explicó el padre.

“Yo no lo mandé así, lo mandé entero, no sé por qué me lo mandan así”, se lamentó Ferreira, quien recordó que su hijo estaba “muy contento” por haber ingresado a la escuela de Policía y que, no obstante, “quiere volver porque desea trabajar”.

El padre del cadete dijo que antes de ser echado de la escuela su hijo fue amenazado. “Le dijeron que ya sabían dónde vivía y que lo iban a encontrar en la calle”, aseguró el hombre, quien pidió que alguna autoridad de la provincia de Buenos Aires se acerque a su hijo y le diga qué van a hacer.

Consideró que lo que le hicieron a su hijo “no es un baile. Esto es tortura” y detalló que el joven aún está “todo golpeado”, con la manos heridas con “alfileres o agujas”, con “golpes en la espalda, en las rodillas” y que sufrió un cuadro de “hipotermia”.

En tanto, el jefe de la Policía aseguró que ni bien supo lo ocurrido, por el padre del cadete, se acercó a la familia para solidarizarse y envió un equipo médico y de psicólogos para entrevistarse con el joven.

“Los médicos lo revisaron, también procedieron a la contención del joven e inmediatamente le dimos intervención a la Auditoría General de Asuntos Internos, que fue a su domicilio, procedió a hablar con el chico y tomarle la declaración y denuncia  respectiva”, agregó Paggi. “Le dimos intervención para que sea este órgano paralelo el que investigue y no sea la propia Policía”, explicó.

El jefe policial dijo que “se trabaja en la Justicia y la auditoria evaluará las diferentes pruebas que se están tomando y realizando”. “No quiero que quede la más mínima duda de esta circunstancia: lo que ha hecho el jefe de Policía es dar respuestas inmediatas tanto en asistencia médica y psicológica como judicial”, concluyó Paggi.

Comentarios

10