En la intersección de Humberto Primo e Iguazú, en terrenos ferroviarios que usufructuaba la Escuela Nº 6055 ‘Simón de Iriondo’, hace 30 años comenzaba a nacer el Club Atlético Defensores Unidos. Un proyecto impulsado por un grupo de vecinos de Barrio Ludueña, que se constituyeron en socios fundadores de una institución que desde hace tres décadas ofrece un espacio de contención social y deportiva a 350 chicos de la populosa zona noroeste de Rosario.
Fundado el 23 de marzo de 1986, los colores que identifican al Defe obedecen a una imperdible anécdota, que se encarga de relatar el actual presidente José Zanabria. “El rojo y amarillo se lo debemos a José Pérez, uno de los socios fundadores. ‘Si al club le ponen los colores de España, yo compro las camisetas’, prometió. Nosotros cumplimos, mientras que el Gallego también cumplió”, rememoró el directivo.
En la actualidad, Defensores Unidos cuenta con 150 jugadores de fútbol infantil divididos en dos líneas de baby. Además, tiene 10 categorías en cancha de once. “Aunque no todos los chicos pueden pagar la cuota societaria, tampoco hacemos ningún tipo de discriminación. Acá todos pueden venir a jugar al fútbol”, aseguró Zanabria.
En el predio ubicado a la vera del ferrocarril Mitre, Defe tiene dos canchas de baby, una de once y otra de nueve. “En los años 80 estos terrenos estaban en poder de la escuela Simón de Iriondo. Entonces solicitamos autorización a la dirección del colegio para empezar a utilizarlo. Así comenzamos a fundar el club”, recordó el titular del Defe.
Por su condición de club de barrio, Defensores Unidos transmite un fuerte sentimiento de pertenencia entre los niños y los jóvenes que lo frecuentan para el desarrollo de la actividad futbolística. “Los chicos se hacen fanáticos del club”, reconoció Zanabria.
Y reforzó la aseveración contando otra anécdota. “Lisandro tiene 10 años y es hijo de Adalberto Conti, técnico y directivo del club. Juega muy bien y un día le preguntamos si quería ir a probarse a Racing. Y nos respondió: ‘No, yo me quiero quedar en Defensores’”, señaló el histórico directivo.
Defensores Unidos participa en los campeonatos de la Asociación Rosarina. El equipo de primera división marcha en la tercera colocación del torneo de la B, mientras que las categorías de inferiores se ubican en la cuarta posición de la tabla general. “La categoría 2005 tiene un equipazo y marcha puntera en cancha de once”, apuntó Zanabria.
Defensores Unidos suele afrontar los gastos de funcionamiento de club con los recursos que se recaudan los días de los partidos a través de las entradas y, en menor medida, con el pago de la cuota societaria. “Tenemos un gasto de 10 mil pesos de árbitros por mes”, advirtió Zanabria. Asimismo, el club rebusca ingresos con un servicio de bufet y kiosco, con la organización de torneos y rifas.
También Defensores Unidos se compone de un grupo de socios y directivos que colaboran con el sostenimiento de la institución. Carlos Zárate, Adalberto Conti, Omar Ferreyra, Sebastián Costales y Javier Insaurralde, forman parte de ese reducido pero esforzado equipo de trabajo, capitaneado por Zanabria.
En ese sentido, el presidente del club agradeció la colaboración de “Juan Carlos ‘Cuchi’ Lescano, Marcelo Pagani, Evaristo Monti y Anita Martínez”, especificó.
Actual diputada nacional por el PRO, Anita Martínez realizó donaciones de elementos de construcción, como chapas y tirantes para reemplazar el techo del salón social luego de la última pedrada que se precipitó sobre Rosario.
“En la última cena de fin de año, que hicimos en el salón de la escuela Boneo con la presencia de 500 personas, la invitamos a Anita Martínez y se emocionó cuando la convocamos a participar de la entrega de trofeos”, contó el presidente de la institución.
Las últimas obras en el club consistieron en trabajos de pintura, reacondicionamiento de los baños con la colocación de nuevos sanitarios y reemplazo de algunos alambrados perimetrales que estaban dañados.
De aquellos socios fundadores que entraron en la historia, Zanabria reconoció el legado de directivos que tanto contribuyeron con el nacimiento y el crecimiento de Defensores Unidos como Juan Patricelli, Rodolfo Suárez y Virgilio Dethier.
Con humildad, esfuerzo y sacrificio, un reducido grupo de hombres y mujeres sostienen el funcionamiento de un club como Defensores Unidos que con tanto empeño forjaron aquellos socios fundadores hace 30 años atrás.
Con vida y esencia futbolera
El fútbol le da vida y esencia a Defensores Unidos. En el predio de Iguazú y Humberto Primo no se realiza otra actividad que el deporte de la redonda. Todo gira alrededor de una pelota de fútbol, como en tantas otras instituciones de Barrio Ludueña.
Y a partir de esa forma de concebir el fútbol, promoviendo el deporte más popular y pasional que se desarrolla en nuestras tierras, Defensores Unidos ha sido formador (y de hecho lo sigue siendo) de futbolistas que rompieron el molde de la Asociación Rosarina, trascendieron en el fútbol de primera división, en el ascenso y hasta en el extranjero.
La lista de jugadores que surgieron o pasaron por las categorías infantiles o juveniles del Defe está integrada por Paulo Ferrari, Sebastián Domínguez, Mario Gori, Lucas y Ezequiel Lazo, Milton Zárate, Iván Ortega, Martín Pisonero, Brian y Mauro Carabajal y Juan Carlos ‘Tate’ Lescano, entre otros.
A Lucas Lazo, ex lateral derecho de Central, puede vérselo con frecuencia en los entrenamientos semanales de las categorías del baby. Es que su pequeño hijo -también nieto del presidente José Zanabria- ya comenzó a dar sus primeros pasos en el fútbol infantil.
“También han venido el Loncho Ferrari y el Negro Domínguez al club, para asistir a algún partido o para colaborar con donaciones que siempre son necesarias y bienvenidas”, resaltó Zanabria.
Además de directivo histórico, Carlos Zárate es el canchero de Defensores Unidos. Mari es su esposa y atiende el bufet del club. Ambos, padres de Milton Zárate, ex futbolista de Central, Tiro Federal, Atlético Tucumán y Guaraní Antonio Franco, entre otros equipos, que actualmente milita en Santamarina de Tandil.
“A Milton lo llevamos a Central cuando ya era grande. Tenía 16 años y ya había jugado en la primera de Defensores. Le pedí a Coco Pascuttini que lo probara y que hiciera la pretemporada en Baigorria, así volvía a nuestro club en óptimas condiciones físicas. Hasta que un día me llamó Coco y me dijo: ‘Mirá que nos vamos a quedar con el pibe’”, recordó Zanabria.
En el 2011, Defe logró un éxito deportivo nunca antes alcanzado: Ascender con sus divisiones inferiores, y también con su primer equipo, a los dos máximos torneos que organiza la ARF.
Anteriormente, Defensores Unidos había salido campeón de la Copa Pinasco en otras dos ocasiones: 1991 y 2002. En ambas ascendió, pero también pudo subir en el 99, cuando se impuso sobre Coronel Aguirre en una Promoción.
Tras la gran campaña realizada en el 2002, la comisión directiva tomó la decisión de que el equipo participara del Argentino B. Presentó una base de futbolistas que ya pertenecían a la entidad, y tuvo un desempeño más que digno.
Las instalaciones de Iguazú y Humberto Primo fueron elegidas en el 2001 por el director de cine Rodrigo Grande, para recrear escenas de su ópera prima, la película “Rosarigasinos” que contó con la actuación de Federico Luppi y Ulises Dumont en los papeles protagónicos.
Cuando la rivalidad se vivía a puro folclore
La rivalidad entre Defensores Unidos y Social Lux divide las pasiones futboleras de Barrio Ludueña. Años atrás, cuando el fútbol se vivía sin el dramatismo actual y los clásicos no tenían que jugarse a puertas cerradas, se alimentaba el enfrentamiento entre Defe y Mercadito a puro folclore. “Una vez le ganamos un clásico como local y a un reconocido dirigente, que vive acá cerca y es amigo, le pintaron una llanta de la renoleta con los colores rojo y amarillo. Anduvo con la rueda pintada durante un mes por el barrio”, recordaron.
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