El Hincha

Opinión

“De humanos es errar, pero de necios permanecer en el error”, ¿el timón Puma seguirá rígido?

Tener una base es importante, pero buscar variantes, hacer cambios pensando en los desafíos que se presentan no significa traicionar las convicciones que se tienen dentro de un plantel. En Francia se repitieron errores del pasado. Queda un partido que puede ser la génesis de un prospero futuro


Los Pumas perdieron una gran oportunidad de ser finalistas de una Copa del Mundo. Crédito: Prensa UAR

Es muy diferente tener una firme convicción sobre una estrategia o plan táctico a ser necio. Porque en el deporte se puede ganar y se puede perder, con lo cual siempre son las formas, las que se deben analizar. “Morir con la nuestra o con las botas puestas”, no es una frase inteligente, sino todo lo contrario. Hay que saber entender los contextos, ser flexibles y tener lectura de lo que se presenta delante de uno.

Los Pumas lograron sobreponerse a un debut fallido, pero el staff técnico insistió e insistió siempre con una misma idea. Si bien es cierto que llegaron mucho más lejos de lo que se preveía, no puede dejarse de lado que se perdió una oportunidad histórica de estar en una final.

Y en la semifinal ante los All Blacks, de los mejores seleccionados del mundo y rival de jerarquía, se podría haber obtenido otro resultado, quizás mucho menos abultado. Lo más doloroso es saber que todavía falta mucho por hacer para acortar las distancias con las potencias de este deporte.

Durante la preparación y en tiempos de Mundial siempre se escuchó del staff técnico expresar que pensaban una planificación para cada partido. Fue una cortina de humo, nunca se tuvo un plan B, Cheika tenía un solo plan y nunca se movió un centímetro de ese lugar incluso después de la catástrofe de la caída ante Inglaterra.

Es más podemos sacar del análisis la dura derrota ante el seleccionado de la Rosa, para opinar sobre este momento.

Trece días después del traspié en Marsella ante los ingleses, los entrenadores volvieron insistir, por suerte el rival era de menor  jerarquía. Ante Samoa se ganó pero se estuvo cerca de perder, recordemos que Nicolás Sánchez acertó un penal faltando muy poco y los isleños estuvieron a muy poco de lograr dar vuelta el partido.

Ante Chile, se cambió casi todo el equipo, pero no porque se buscaba un cambio; sino para darle un puñado de minutos para aquellos jugadores que no iban a ser tenidos en cuenta.

Ante Japón volvió el Plan A y único que tuvo y tiene Argentina para el Mundial de Francia 2023. Los Pumas ganaron, demostraron mayor jerarquía, pero un rival como Japón desnudó falencias. No había necesidad de sufrir tanto, cuando se podía haber logrado un éxito con más tranquilidad.

Michael Cheika, head coach de Los Pumas. Crédito: Prensa UAR / GaspaFotos

Ante Gales, el equipo demostró tener un amor propio descomunal; cuando todo parecía que el Dragón se llevaba por delante al seleccionado argentino, los jugadores de la Albiceleste sacaron energías y decisiones de otro partido para triunfar y enviar un mensaje al mundo.

Una victoria muy meritoria, se sufrió mucho pero cuando más se los aprieta a Los Pumas, más duro juegan y más difícil es derrotarlos.

Se le reconoce al staff técnico actual haber situado al seleccionado argentino entre los mejores cuatro, pero sería tapar el sol con las manos, porque pasaron cosas durante el proceso. Todo lo que brilla, no es oro.

¿Fueron caprichos? No, fue insistir como fanáticos; ¿fue por falta de recursos? Tampoco.

Insistiendo con el principio de la nota, “en el deporte se puede ganar y se puede perder”. Lo que duelen son las formas y mucho más, si había una posibilidad de hacer algo distinto para lograr un mejor resultado.

Reconocer errores, hacer cambios, buscar nuevos rumbos, no significa traicionar las convicciones que se tiene como grupo.

Porque ante Nueva Zelanda las probabilidades de ganar eran pocas, pero otra vez y también como sucedió en las victorias, los cambios llegaron tarde. Y para graficar con un ejemplo, situación: ‘Diferencia indescontable ante los Kiwis’, era un buen momento para meter en cancha a Creevy y Sánchez. Intentar dar un golpe de timón en un partido que ya estaba perdido, pero la necedad de Michael Cheika, fue otra vez protagonista.

Queda por delante, un partido más, una nueva oportunidad. Subir al podio, sería un hecho muy significativo para el rugby argentino. Sería volver a ser protagonistas del mapa mundial, un golpe al status quo en el que está inmerso el mundo ovalado.

El tiempo dirá, si se toman decisiones que busquen cambios pero no las que pide la tribuna, sino las que la realidad está exigiendo. “De humanos es errar, pero de necios permanecer en el error”, frase de Cicerón, que gráfica el presente.

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