Los dirigentes santafesinos Omar Perotti, Agustín Rossi, Alejandro Ramos, María Eugenia Bielsa y José Luis Freyre se dieron cita ayer a primera hora de la mañana en el entrepiso del Hotel Ross Tower de Mitre y Catamarca para conversar sobre la estrategia electoral del PJ santafesino en 2015, limar diferencias internas e intercambiar las visiones de cada uno sobre el complicado panorama que enfrenta el principal partido de la oposición.
La reunión le insumió tres meses de trabajo al presidente del partido e intendente de Venado Tuerto, Freyre, y en varias oportunidades fracasó.
Ayer fue la vencida y hasta contó con la figurita difícil del quinteto: la ex vicegobernadora Bielsa, quien aspira a ser precandidata a gobernadora, al igual que Perotti y Ramos. Y si bien mantuvo reuniones y encuentros partidarios en los últimos tiempos, no dio señales concretas confirmando que inscribirá una lista con su nombre.
El encuentro guardaba expectativas porque las diferencias en algunos casos fueron públicas. El caso más difundido es la enemistad entre Rossi y Bielsa. En 2012 Bielsa renunció a su banca de diputada provincial con serias imputaciones al actual ministro de defensa de la Nación. El encono, de más está decirlo, es recíproco.
También se sabe que Bielsa es muy crítica de la estrategia que lleva adelante Ramos. El intendente de Baigorria y secretario de Transporte de la Nación trabaja codo a codo con los gobiernos provincial y municipal a partir del apoyo y los recursos que le baja el Ministro de Planificación federal Julio de Vido. Para la ex vicegobernadora, esas obras y fondos, las fotos permanentes con la intendenta Mónica Fein y el gobernador Antonio Bonfatti alimentan al socialismo y no le aportan al justicialismo.
Perotti, en tanto, parece dispuesto a ir a competir a las Paso. En las elecciones de 2011 resultó segundo en la interna justicialista desplazando a Rafael Bielsa al tercer lugar.
El silencio estampa que siguió a la reunión es indicativo de que se trató de una primera aproximación entre dirigentes que en algunos casos se guardan recelo pero que además hacía años que no se sentaban a hablar. En buena parte, el PJ hoy espera señales de ellos para ordenar su estrategia electoral.
Rossi y Ramos se retiraron del Hotel Ross Tower a las 11.51 tras casi cuatro horas de conversación. El ministro, vestido de camisa celeste, se fue manejando su propio auto.
Ramos se fue de acompañante, también de un Vento, pero lució un look más informal, con remera blanca. Minutos más tarde salió el presidente del partido, Freyre, muy concentrando con los mensajes de texto de su celular. Seguramente estaba anoticiando de que finalmente sus gestiones dieron resultado y pudo concretar la reunión que le encargaron meses atrás.
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