Cuatro jóvenes fueron procesados por un robo ocurrido en noviembre del año pasado en barrio Arroyito. Según entendió el juez de Instrucción Luis María Caterina, hay elementos suficientes que demuestran que estos muchachos –junto con un adolescente– ingresaron a un bar empuñando armas y asaltaron a los empleados y a los clientes, para luego huir en un auto. Más tarde, fueron detenidos en barrio Ludueña norte. Dos de los procesados quedaron alojados en la comisaría 12ª, y en enero pasado se fugaron junto a otras 9 personas. Ambos fueron recapturados.
Isaías Josué L., de 19 años; Fernando Ismael B., de 21; y los hermanos José Alfredo B., de 22, y Leonardo Matías B., de 25, fueron procesados como coautores del delito de robo calificado.
Para la imputación, el juez de Instrucción de la 3ª Nominación, Luis María Caterina, entendió que existían elementos suficientes para acreditar que el 5 de noviembre del año pasado, los cinco sospechosos y un adolescente ingresaron a robar a un bar y maxiquiosco ubicado en Olivé 1160, frente al Pami II, en Barrio Arroyito.
Según se desprende del relato de los testigos, ese día, cerca de las 16.45, cuatro hombres ingresaron al local, mientras que un quinto se quedó en un auto blanco, esperando a sus cómplices.
De acuerdo con las investigación, los recién llegados extrajeron de debajo de sus remeras dos escopetas recortadas y un revólver, con los que amenazaron a los presentes. Se llevaron dinero en efectivo del negocio y el dinero y las pertenencias de los clientes que había en el lugar.
Tras el atraco, los asaltantes subieron al automóvil estacionado y se dieron a la fuga.
Más tarde, Isaías L., Luis B. y el adolescente fueron detenidos en Liniers al 400 –barrio Ludueña norte– dentro de un Volkswagen Gol color blanco.
En tanto, Fernando B. y Leonardo B. fueron apresados en una vivienda de Liniers y Gorriti, adonde llegaron tras bajarse del auto y saltar algunos tapiales.
Si bien los cuatro detenidos dijeron que la Policía los arrestó arbitrariamente porque ellos no estaban involucrados con los hechos, e incluso remarcaron que los uniformados los habían trasladado a la comisaría 12ª en supuesta averiguación de antecedentes, Caterina resaltó que ellos tenían en su poder varios de los objetos robados, lo que era suficiente para determinar su imputación.
De hecho, según la investigación, tras las detenciones y en poder de los sospechosos se encontraron 1.700 pesos, dos teléfonos celulares, un reloj, y una billetera que pertenecían a las víctimas. En tanto, en el automóvil se encontraron dos escopetas calibre 16 de caño recortado en funcionamiento, y un revólver calibre 22 corto inutilizable, similares a los utilizados en el atraco.
Una fuga con mala pata
La tarde del 24 de enero pasado, 11 presos se fugaron del penal de la comisaría 12ª, ubicada en Pedro Lino Funes al 200 bis, en barrio Ludueña. Los reos rompieron una reja, hicieron un boquete ganando el techo y escaparon por calle Rouillón.
Entre los evadidos se encontraban Luis Alfredo B. y Leonardo Matías B. –que son hermanos–.
Sin embargo, cuatro días después de la fuga, Leandro B. fue recapturado durante un allanamiento. El joven estaba en la casa de su novia, ubicada en Magallanes 519 bis, a menos de siete cuadras de la seccional de la que había escapado.
En tanto, unos días más tarde, el 2 de febrero, cayó Luis B., quien fue detenido en la zona de Callao y Catamarca, cuando caminaba con un 38 en la cintura y acompañado por un adolescente.
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