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Cuatro muertos en medio de una guerra que escapa a la ley

Según un fiscal de Cámaras, Guillermo Camporini, estos asesinatos son “producto de revanchas o de pases de factura”.


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En menos de tres días, cuatro asesinatos sacudieron la zona sur y sudoeste de Rosario y dejaron al desnudo que la Policía parece no contar con medios suficientes para intentar frenar esta saga que, a simple vista, parece no haber concluido. Los grupos de fiscales y policías que se conformaron para investigar esta masacre comenzaron a reunirse ayer y a ordenar distintas medidas con el fin de ver qué rumbo toma la investigación. Por su parte, el secretario de Seguridad Matías Drivet aseguró que hay “mayor presencia policial en la calle para reforzar la estrategia de prevención”; mientras que el fiscal de Cámaras Guillermo Camporini aseguró que la saga de muertes indica que habría “una ola de violencia producto de revanchas o pases de facturas”. Sobre las hipótesis de los crímenes nadie quiere decir nada ya que tienen miedo de que se filtre algo de la pesquisa. Las únicas frases que se pudieron escuchar fueron que “el tema es bastante complejo” y que incluso toda esta saga de muerte va “más allá de lo que nos imaginamos”.

La ola de asesinatos atrajo una seguidilla de declaraciones de índole político que van desde la intervención de la Policía rosarina, de parte del diputado nacional y ex concejal Agustín Rossi, hasta que el gobierno nacional debe dejar de hacerse el desentendido y tomar cartas en el asunto ya que las causas relacionadas con el narcotráfico son de incumbencia de la Nación, palabras que pronunció el ex gobernador e intendente de Rosario, Hermes Binner.

Luego del asesinato del líder de la Banda de los Monos, Claudio Ariel Cantero, ocurrida en la madrugada del domingo, y de Diego Omar Demarre, cometido cerca del mediodía del lunes, el gobierno provincial dispuso saturar de policías la ciudad de Villa Gobernador Gálvez y las zonas sur y sudoeste de Rosario, con el objeto de mostrar iniciativa luego de los dos crímenes. Pero, poco más de 24 horas después, dicha acción demostró ser más que endeble, ya que un doble homicidio, perpetrado en la zona sudoeste, dejó en claro que los organismos de control están un tanto lentos.

“Parece tierra de nadie”; “esto se está yendo de las manos”; “no se ve reacción”, son algunas de las frases escuchadas y/o leídas en distintas páginas web luego de los asesinatos. Por su parte, el secretario de Seguridad Pública de la provincia, Matías Drivet, aseguró que “continúa el operativo desplegado, que contempla mayor presencia policial en la calle y el apoyo del helicóptero de la provincia para reforzar la estrategia de prevención”, poniendo además “todos los recursos con que cuenta el Ministerio de Seguridad y la Policía de la provincia”.

Con más comentarios y rumores que certezas, la investigación avanza sobre varias puntas, aunque todas coinciden en dos cosas: que hubo una traición de parte de alguno de los involucrados en esta saga y que al líder de Los Monos lo dejaron a la deriva, “porque nadie puede creer que esta persona (en referencia al Pájaro Cantero) que se manejó sin problemas por la ciudad durante tantos años, de la noche a la mañana termine muerto como en las películas de Tarantino”, señaló una fuente judicial.

Para alimentar esta idea, hay un dato contundente: en lo que va del año se registraron 97 homicidios en el departamento Rosario, 21 más que los ocurridos a esta misma altura de 2012.

Equipo especial

La conformación por orden del procurador general de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Jorge Barraguirre, de dos equipos para investigar los asesinatos de Cantero y Demarre (al que se sumó las muertes de Marcelo Alomar, de 33 años y Nahuel César, de 24) fue anunciada anteayer a través de un comunicado que salió de la fiscalía de Cámaras a cargo de Guillermo Camporini, quien designó como integrantes del equipo de fiscales al titular de la fiscalía Nº 8, Enrique Paz; de la N° 9, Cristina Herrera, y al responsable de la Unidad de Investigaciones de Causas con Imputados no Individualizados (conocida como fiscalía NN), Marcelo Vienna, quienes deberán establecer si existen conexiones que unen los crímenes y sus presuntas vinculaciones con redes de delincuencia organizada.

Además se conformó un grupo especial de policías, comandado por el comisario inspector Marcelo Marcos, quienes bajo la supervisión y directivas que le imparta el trío de fiscales, intenten establecer posibles vínculos entre las víctimas fatales y otros hechos delictivos que hayan ocurrido en Rosario y alrededores.

El fiscal Camporini indicó que la conformación de los equipos no indica que los crímenes se vayan a terminar o a esclarecer rápidamente, sino que muestra una clara intención de trabajar en forma coordinada, “tratar de ver si se pueden obtener los datos inmediatos, como ser teléfonos celulares, fotografías, levantamiento de vainas servidas para comparar si corresponden con los  mismos calibres que en casos anteriores. Se trata de ir tendiendo una red para determinar si, como uno piensa, estamos frente a una asociación de crimen organizado”, sostuvo.

Para el funcionario judicial, la saga de muertes indica que habría “una ola de violencia producto de revanchas o de pases de facturas”.

“Esperamos trabajar de la forma más coordinada posible y llegar a detectar de dónde parten las instrucciones a las personas que producen estos delitos”, explicó el fiscal.

La saga de asesinatos comenzó minutos antes de las 7 del domingo pasado, cuando Claudio Ariel Cantero, alias Pájaro, líder de la banda Los Monos, fue asesinado de seis balazos en la puerta del boliche Infinity Night, ubicado en el límite entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Los homicidas de Cantero, según indicaron testigos, aparecieron en dos autos y una moto y, en cuestión de segundos, cometieron el crimen y se dieron a la fuga.

Cerca del mediodía del lunes, quien fue acribillado fue Diego Omar Demarre, conocido como Tarta, dueño de Infinity Night. En este caso, los autores del hecho se movían en un Volkswagen Bora y dos motos y lo mataron en inmediaciones de bulevar Seguí y Maipú, a pocos metros de su casa, cuando estaba llegando con su esposa en una camioneta.

Demarre regresaba de Tribunales, donde había llegado para hacer una presentación espontánea que quedó trunca porque vio algo o a alguien en los pasillos del palacio de Justicia y optó por marcharse. En este caso no se descarta que los homicidas lo hayan estado siguiendo desde su salida del edificio de Balcarce y avenida Pellegrini.

Los otros dos muertos fueron Nahuel César y Marcelo Alomar, quienes fueron masacrados a tiros anteayer por la tarde por al menos dos personas que se movían en moto en Acevedo y avenida Francia, cuando la camioneta Nissan 4×4 en la que circulaban frenó en un semáforo ubicado en esa esquina.

En el rodado también viajaban la madre de César, de nombre Norma y su actual pareja, Claudio H., junto con dos niños. Por el momento ninguno de los sobrevivientes declaró, confió un vocero judicial, que además apuntó que la mujer está internada en grave estado en el Hospital de Emergencias por un disparo en el hombro izquierdo, por el cual corre riesgo de quedar cuadripléjica, mientras que el hombre fue operado y está fuera de peligro tras recibir un balazo en la nuca.

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