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Cuando nació el padre de Sherlock Holmes

Por: Rubén Alejandro Fraga

Conan Doyle era médico, pero como tenía pocos pacientes comenzó a escribir.
Conan Doyle era médico, pero como tenía pocos pacientes comenzó a escribir.

“Pensar de tarde en tarde en Sherlock Holmes es una de las buenas costumbres que nos quedan. La muerte y la siesta son otras. También es nuestra suerte convalecer en un jardín o mirar la luna”. La cita, de Jorge Luis Borges, rinde tributo al inmortal personaje creado por el médico, novelista, poeta y dramaturgo británico Arthur Conan Doyle, de cuyo nacimiento se cumplen hoy 151 años.

Segundo hijo de Charles Doyle y Mary Foley, Arthur Ignatius Conan Doyle nació el 22 de mayo de 1859 en Edimburgo, Escocia. Fue educado por jesuitas hasta su ingreso en la Universidad de Edimburgo, en 1876, para estudiar medicina. En 1881 se recibió de médico y se embarcó como cirujano en un buque ballenero. Al año siguiente se mudó a Portsmouth, donde instaló una clínica.

Pero como tenía muy poco trabajo, comenzó a escribir como diversión en las largas y tediosas horas durante las que esperaba a sus escasos pacientes.

Así, en 1887 escribió Estudio en escarlata, en donde aparecía por primera vez Sherlock Holmes, un “detective asesor” de Londres de finales del siglo XIX, que se destaca por su inteligencia y hábil uso de la observación y el razonamiento deductivo para resolver casos difíciles.

Conan Doyle basó el método deductivo de su personaje, que se transformaría en el detective de ficción más famoso del mundo, en el proceder de uno de sus profesores de medicina de la Universidad de Edimburgo, Joseph Bell. Cuentan que también se inspiró mucho en las historias contadas por un antiguo compañero de la facultad, llamado Sherrinford, quien llegó a formar parte de Scotland Yard.

Lo cierto es que aquel doctor casi sin pacientes tuvo tanto éxito desde el inicio de su carrera literaria que en cinco años abandonó la práctica de la medicina y se dedicó de lleno a escribir.

Sherlock Holmes es protagonista de una serie de novelas: Estudio en escarlata (1887), El signo de los cuatro (1890), El sabueso de los Baskerville (1902) y El valle del terror (1915), y 68 relatos de ficción, publicados en su mayoría por el periódico literario The Strand Magazine. Además, se publicaron recopilaciones de relatos cortos que se habían hecho populares en diarios y revistas.

Es que The Strand Magazine publicaba las aventuras de Sherlock Holmes a precios muy accesibles, y muchos “lectores comunales” de diversas fábricas leían las obras de Conan Doyle en voz alta como una suerte de “radio” victoriana, práctica que ya se había hecho con textos de Charles Dickens.

Sherlock Holmes es el arquetipo del investigador cerebral por excelencia e influyó en gran medida en la ficción detectivesca posterior a su aparición. Aunque Auguste Dupin, creado por Edgar Allan Poe, es un personaje predecesor muy similar, la genialidad excéntrica de éste no alcanzó la enorme popularidad que tuvo Holmes.

Igualmente brillantes son las creaciones de los personajes que acompañan a Holmes: su amigo bondadoso y torpe, el doctor Watson, que es el narrador de los cuentos, y el archicriminal profesor Moriarty.

“Elemental, mi querido Watson”

Sherlock Holmes –a quien en principio Conan Doyle pensaba llamar Sherrinford Holmes, por su compañero de estudio– es un detective privado, alto, delgado, frío, irónico, ingenioso e intelectualmente inquieto.

“No salió de una madre ni supo de mayores./ Idéntico es el caso de Adán y de Quijano./ Está hecho de azar./ Inmediato o cercano/ lo rigen los vaivenes de variables lectores”, escribió Borges a propósito de su admirado personaje inglés.

Pero según los textos de Conan Doyle, Sherlock Holmes nació el 6 de enero de 1854, hijo de un hacendado inglés y una descendiente de pintores franceses. Tiene un hermano, Mycroft, con portentosas facultades para gestionar ingentes cantidades de información, quien trabaja como coordinador general e informador interno de los asuntos del gobierno británico.

Sherlock Holmes parece haber sido un estudiante universitario que tras su graduación se aloja cerca del Museo Británico para poder estudiar las ciencias necesarias para el desarrollo de su carrera posterior. En 1881 Holmes conoce a Watson en el Hospital Saint Bartholomew. Aunque Holmes y Watson eran muy amigos, en los libros de Conan Doyle nunca aparece la célebre frase: “Elemental, mi querido Watson”. Ésta comenzó a usarse recién cuando el personaje fue adaptado a la pantalla.

Su gran enemigo, también de extraordinarias facultades intelectuales, es el profesor Moriarty, quien llegó a acabar aparentemente con la vida del eminente detective en la cascada de Reichenbach, Suiza (en “La aventura del problema final”). Pero Conan Doyle tuvo que optar por resucitar a su héroe cuando miles de lectores protestaron llevando crespones negros en el sombrero en señal de luto. Sherlock Holmes reaparece en el caso “La casa vacía” (1903).

Tras una carrera de 23 años, de los que Watson compartió 17 con él, Holmes se retiró a Sussex, donde se dedicó a la apicultura, y también, casi casualmente, resolvió uno de sus casos más complicados: “La aventura de la melena del león” (1907). Tras su jubilación como detective se dedicó dos años a preparar una importante acción de contraespionaje poco antes del inicio de la Primera Guerra Mundial. Nada más consta sobre él a partir de 1914.

Escritor, rugbier y arquero

Mientras vivió en Portsmouth Arthur Conan Doyle también jugó al rugby profesionalmente, en la Portsmouth Association Football Club, entre 1900 y 1907. Fue también el primer arquero en la historia del equipo de fútbol de la ciudad, conocido popularmente con el diminutivo de Pompey.

Además, Conan Doyle fue iniciado en la masonería en la logia Phoenix 257, Southsea Hampshire el 26 de enero de 1887.

Antes, en 1885, se había casado con Louise Hawkins, conocida como Touie, quien sufrió de tuberculosis y murió el 4 de julio de 1906. Con ella tuvo dos hijos, Mary Louise y Alleyne Kingsley. Un año después, se casó con Jean Leckie, una chica a la que había conocido en 1887, y con quien tuvo tres hijos más, Jean Lena Annette, Denis Percy Stewart y Adrian Malcolm.

En 1900, Conan Doyle escribió su libro más largo, La guerra de los Bóers. Ese mismo año, se presentó como candidato a diputado por la Unión Liberal. Pero a pesar de que era muy respetado, no fue elegido.

Luego escribió un artículo, “La guerra en el sur de África: causas y desarrollo”, justificando la participación de Gran Bretaña, que fue ampliamente traducido. En su opinión, fue esto lo que provocó que lo nombraran Caballero del Imperio Británico en 1902 otorgándole el tratamiento de Sir.

Más tarde, durante la Primera Guerra Mundial, los gobernantes de Gran Bretaña, especialmente su gran amigo Winston Churchill, acogieron algunas de las sugerencias aportadas por Conan Doyle.

Además de Sherlock Holmes, otro personaje célebre creado por Conan Doyle fue el profesor George Edward Challenger, quien apareció por primera vez en la novela El mundo perdido (1912).

Otras obras del exitoso escritor que despertaron gran interés fueron las novelas históricas Micah Clarke (1888), La compañía blanca (1890), Rodney Stone (1896) y Sir Nigel (1906), lo mismo que su obra teatral Historia de Waterloo (1894). También escribió Historia del espiritismo, una creencia a la que se había ido volcando tras la muerte de su hijo en la Primera Guerra Mundial.

Conan Doyle, quien había tomado su primer apellido de su tío abuelo Michael Conan en reconocimiento a la formación cultural que le había inculcado, murió de un ataque al corazón el 7 de julio de 1930, a los 71 años, en Crowborough, Inglaterra.

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