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Racismo en EE.UU.

Crece la violencia en Ferguson

Tras otra noche de disturbios por conflicto racial, el gobernador del estado de Misuri movilizó a la Guardia Nacional. La protesta social aumenta y ni siquiera la pudo detener un toque de queda decretado por las autoridades provinciales.


Tras otra noche de disturbios y violencia con al menos dos heridos de bala, el gobernador de estado de Misuri movilizó ayer a la Guardia Nacional para frenar las protestas raciales que desde el 9 de agosto se vienen sucediendo en la localidad de Ferguson tras el asesinato de un joven negro a manos de un policía blanco. En tanto, estudios revelaron que el fallecido recibió seis balazos, dos en la cabeza.

El gobernador Jay Nixon, quien ya había relevado a la Policía local reemplazándola por la Patrulla de Carreteras estatal, asegura que la orden ejecutiva que lleva su firma pretende restablecer la paz y el orden, así como proteger a los ciudadanos de Ferguson.

Nixon denunció que las protestas pacíficas se vieron alteradas por actos de violencia criminal perpetrados por un número creciente de individuos, muchos de ellos ajenos a Ferguson y al Estado de Misuri. “Condenamos estas actividades criminales, incluidos los tiroteos contra las fuerzas de seguridad y los civiles así como el lanzamiento de cócteles molotov, los saqueos y los intentos de bloquear carreteras y asaltar el puesto de mando unificado”, señala el comunicado oficial. Nixon sostiene que estos actos no contribuyen a la causa de la familia ni la memoria de Michael Brown, tiroteado el pasado 9 de agosto por un agente de policía, lo que desató los disturbios en un caso de aparente violencia policial racial.

La respuesta policial a las protestas, con un despliegue de medios militar, enfureció aún más a los manifestantes y el pasado sábado fue decretado el toque de queda en la localidad que fue resistido por la población, donde anteayer fueron detenidas siete personas y una fue hospitalizada en estado crítico. Anteanoche, al menos dos personas sufrieron heridas de bala y siete fueron detenidas en otra madrugada de disturbios, según informó en rueda de prensa el capitán Ron Johnson, de la Patrulla de Carreteras de Missouri, quien precisó que los disparos procedieron de los manifestantes.

Seis disparos, dos de ellos en la cabeza, fueron los que acabaron con la vida del joven afroamericano Michael Brown, cuya muerte desató los disturbios en Ferguson, según la autopsia privada realizada anteayer, informó el diario The New York Times.

El informe preliminar de la autopsia encargada por la familia al ex responsable forense de la ciudad de Nueva York, Michael M. Baden, señala que cuatro de los impactos alcanzaron su brazo derecho. El joven, de 18 años de edad, fue tiroteado cuando estaba desarmado por un policía identificado como Darren Wilson el pasado 9 de agosto en un encuentro del que la versión policial y los testigos difieren.

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