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Corte de luz truncó una pista

Por Ana Laura Piccolo. La Policía trabaja para dar con los dos homicidas que entraron al momento del crimen del comerciante y establecer si un automovilista fue cómplice con una única filmación, ya que un apagón afectó las cámaras de monitoreo municipales.


camara-dentroEl caso del comerciante asesinado la mañana del viernes pasado a cien metros de la seccional 1ª está lejos de esclarecerse. Hasta ayer, las pruebas recolectadas daban por sentado una realidad que ningún vecino de barrio Martin había puesto en duda. La ejecución de Jorge Eduardo Massín, el comerciante de 52 años que desde hacía dos décadas estaba al frente del minimarket, fue en ocasión de robo. Los registros fílmicos dan cuenta de ello al mostrar a dos encapuchados ingresar al negocio de Mendoza y Juan Manuel de Rosas pocos minutos después de su apertura, aunque la calidad de las imágenes no sería suficiente para identificarlos. Ayer, se conoció que del mismo video surge la posibilidad de un tercer implicado que estaba al mando de un vehículo, por una maniobra sospechosa del conductor. Sin embargo, cuando los investigadores pidieron los registros del Centro de Monitoreo municipal se encontraron con la sorpresa de que los mismos no existían a raíz de un masivo apagón de luz que afectó esa zona el día anterior.

La existencia de un tercer implicado fue señalada por una fuente policial a El Ciudadano, quien refirió la existencia de un vehículo “que llama poderosamente la atención porque hace una maniobra medio extraña”, al minuto de cometerse el asalto seguido de muerte.

Sin embargo, el investigador aclaró que se trata “por ahora” de una conjetura, mientras prosiguen en la búsqueda de más cámaras de vigilancia en domicilios particulares de la zona del crimen.

“Buscamos el paso de ese vehículo o de los dos encapuchados a pie”, confió la pesquisa tras reiterar que las cámaras de videovigilancia ese día “no funcionaron” debido al corte de luz de la Empresa Provincial de la Energía (EPE); y que por el momento, cuentan con un solo registro fílmico, que es parcial, aunque alcanza para ver que el brutal atraco se perpetró en menos de cinco minutos.

El crimen de Massín ocurrió a las 7.13 del viernes pasado, minutos después de que el comerciante abriera su negocio familiar, construido con empeño durante los últimos 20 años. Su cuerpo fue encontrado por un cliente minutos después del homicidio perpetrado de un certero disparo en la cabeza.

En principio, la Policía interpreta que los atacantes portaban un revólver calibre 22, ya que en el lugar no fueron secuestradas vainas servidas, rastro que dejan las pistolas. Se estima que el arma fue disparada dos veces: un primer impacto se registró en el cielorraso del baño mientras que la segunda detonación fue directo a la víctima.

Al respecto, una fuente del caso dijo que por el “tatuaje” que quedó en el lugar del impacto en el cuerpo de la víctima fatal, el disparo fue ejecutado a muy corta distancia. “No se descarta que los atacantes hayan apoyado el arma en la cara del comerciante antes de disparar”, dedujeron los pesquisas.

El proyectil quedó alojado en el cuerpo de la víctima ya que no tenía orificio de salida, y hasta ayer no se conocían los resultados de la autopsia como tampoco si fue extraído. El plomo será una prueba fundamental para cotejar, en caso de que sea secuestrada un arma sospechosa, si fue la utilizada para realizar el disparo letal.

El homicidio número 23, de los 25 que ocurrieron en lo que va del año, causó gran conmoción entre los vecinos de barrio Martin, quienes ese mismo día se movilizaron hasta la seccional 1ª para exigir su esclarecimiento y denunciar que viven en una “zona liberada”. Además de la fuerte sensación de inseguridad que causó el crimen, los vecinos se encontraban desconsolados por el fuerte aprecio que sentían por Massín, a quien consideraban un hombre bondadoso, buen vecino, excelente amigo.

El lunes habrá una nueva concentración en reclamo de Justicia, aunque todavía no había sido fijado el horario y el lugar.

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