Ciudad

Contaminación visual: en julio comienzan a multar

Por Agustín Aranda. Es para aquellos comercios ubicados fuera del centro que no se hayan adecuado a la nueva norma.

A partir de julio, el municipio comenzará a multar a los comercios ubicados fuera del centro de la ciudad que no se hayan adecuado al nuevo Código Publicitario –sancionado por ordenanza durante 2008 e implementado progresivamente durante 2009 y 2010–, que obliga a reemplazar los carteles que cuelgan sobre las calles por otros que estén empotrados en las fachadas de los locales. Si bien a partir de enero rige la normativa para las zonas 2 a 7 –es decir, el resto del ejido urbano luego de la zona centro– las autoridades municipales aseguraron que solamente se están realizando notificaciones a los propietarios para que registren, adecuen o retiren los elementos publicitarios. Todavía restan bajar 35 carteles en la zona 1, que corresponden a inmuebles abandonados, informaron desde la Municipalidad de Rosario.

A casi dos años de la iniciativa del Ejecutivo municipal para ordenar –y quitar en muchos casos– aquellos elementos que generan la denominada contaminación visual, las autoridades municipales y los representantes del empresariado publicitario de la ciudad buscan avanzar sobre el total de la traza de la ciudad. En enero culminó la primera instancia, correspondiente a la zona 1 de la ciudad y delimitada por avenida Pellegrini (excluida), bulevar Oroño y el río Paraná, en la que se bajaron durante el año pasado cerca de mil letreros salientes fuera de regla y se otorgaron 1.510 nuevos permisos. En la actualidad, hay un total de 18.789 cuentas que tributan como resultado del proceso de regularización ajustado de cartelería a la nueva normativa.

Tal como preveía la ordenanza 8.324, elaborada a partir de consenso entre Ejecutivo y empresarios del rubro, desde el primer mes de 2011 debía comenzar a sancionarse a aquellos comercios o inmuebles que tuvieran elementos publicitarios no permitidos, según su zona. La norma, según indicaron desde la Municipalidad de Rosario, tiende a generar un impacto positivo sobre la estética y el paisaje de los distintos ámbitos urbanos de la ciudad, preservando los valores culturales, patrimoniales e históricos de sus sitios. Por ello, en algunos casos, las restricciones a los voladizos llegan a 3 o 4 metros.

En diálogo con El Ciudadano, el director de Inspección municipal, Rodrigo Gutiérrez, calificó como positivo el balance de las actuaciones sobre la adecuación de las restante zonas. “Todavía se están realizando las notificaciones a los comerciantes para que reempadronen los carteles que están en regla o adecuen o retiren aquellos que no lo están. Las multas comenzarán a labrarse desde julio, y en caso de persistir la falta, se procederá al retiro a manos del municipio por cuenta del propietario del inmueble”. De acuerdo con el funcionario, la cantidad de elementos publicitarios comprendidos en el resto de las zonas es altísima. “A pesar de que la normativa permite algunas características diferentes que en el centro, debió dárseles mucho tiempo a los comerciantes para que puedan tramitar los permisos y registros pertinentes”, aseguró Gutiérrez.

Según el director de Inspección, hubo una buena recepción en calle Ovidio Lagos desde avenida Pellegrini hasta Rivadavia, salvo un caso, que pidió un plazo adicional a cuenta de falta de tiempo para tramitar el descenso del cartel. “En Echesortu también fue buena la recepción, donde se han presentado en el distrito para llenar los formularios y adecuarse al nuevo Código”, detalló.

Cabe recordar que las zonas que entraron en vigencia son: la zona 2, que abarca desde el límite de la zona 1, avenida Pellegrini (incluida), avenida 27 de Febrero, bulevar Avellaneda, Bordabehere (vías del FF.CC.), avenida del Valle y el río Paraná. Aquí los elementos publicitarios con voladizos sobre la vía pública están permitidos, pero su saliente máxima será de tres metros, siempre que no supere el 50 por ciento del ancho de la acera. En tanto, la zona 3 comprende a las principales vías de acceso, avenidas y bulevares. En ella existe una restricción similar a la de la zona anterior, con la diferencia que la saliente máxima permitida es de 4 metros. Por su parte, la zona 4 (reservada para edificios y áreas protegidas por su valor patrimonial histórico, artístico y urbano) y la zona 5 (sectores perimetrales a plazas, parques y paseos; y el sistema de calles y avenidas de la costa) sólo se podrán realizar publicidad en los locales comerciales, industriales o de servicios. La zona 6 abarca los proyectos específicos de interés urbanístico y la zona 7 comprende el resto de la ciudad.

Consultado sobre la adecuación de la zona 1 (comprendida por avenida Pellegrini, bulevar Oroño y el río Paraná) a la nueva normativa que regula la publicidad gráfica, Gutiérrez indicó que aún restan alrededor de 35 elementos publicitarios cuyas características avanzan sobre la vereda de forma irregular. “Los carteles con salientes que quedaron corresponden a propiedades abandonadas. Se está ubicando a los propietarios de los inmuebles y notificándolos. En algunos casos, pidieron un plazo adicional y otros no respondieron. En caso de que persista, se retirarán a cuenta de los propietarios”, afirmó el funcionario.

Fruto de la gestión relativa al nuevo Código, se creó la Comisión Asesora de Publicidad (CAP), integrada por municipio –Daniela Bosco, Marianela Mosconi y la subsecretaria de Hacienda municipal, Eleonora Scagliotti– y sector empresario del rubro publicidad, cuyos representantes son Oscar Carradori, Claudio Joisson y Francisco Cabanelias. “Sobre la parte empresarial recibimos algunas inquietudes acerca de cómo efectuar los trámites. No ha habido problemas. Ha sido una norma consensuada con el sector, debatida e implementada con criterios comunes”, indicó Gutiérrez.

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