Edición Impresa

Condenaron al asistente papal

El ex mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, fue penado por un tribunal del Estado pontificio a un año y seis meses de reclusión, por el robo de documentos secretos que desataron escándalo en el seno de la Iglesia, al ventilar sus internas.


El ex mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, fue condenado ayer a un año y seis meses de reclusión por el Tribunal de Ciudad del Vaticano por el robo de documentos confidenciales, en el marco del escándalo de filtraciones conocido como “VatiLeaks”. El fiscal había solicitado una pena de tres años de cárcel, consignó la agencia DPA. El Tribunal indicará la modalidad de la detención en los próximos días.

La sentencia fue leída el sábado pasado por el presidente del Tribunal Vaticano, Giuseppe Dalla Torre, después de que el tribunal deliberó por dos horas.

Dalla Torre anunció la condena a la pena de tres años, que se redujo a un año y medio, así como el pago de los gastos procesales por los atenuantes.

En este sentido, el tribunal tomó en cuenta que Gabriele tenía “ausencia de antecedentes penales, los resultados del estado de servicio en época antecedente a los hechos realizados, el convencimiento subjetivo –equivocado– indicado por parte del imputado que motivó su conducta”.

El Tribunal también tomó en cuenta “la declaración de Gabriele de ser consciente de haber traicionado de la confianza del Santo Padre”, según indicó la argumentación de la sentencia.

Posteriormente, el Tribunal Vaticano indicará la modalidad de esta reclusión, en prisión o en arresto domiciliario, según lo indicó el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.

Además, según el procedimiento vaticano, la abogada defensora de Gabriele, Cristiana Arru, tendrá que indicar si presentará apelación o no.

Por otro lado, señaló Lombardi, Benedicto XVI estudió y vio cómo se desarrolló el proceso de cerca, por lo que no se descarta la posibilidad de que el Papa conceda la gracia del indulto.

“El perdón es una posibilidad muy concreta y probable”, dijo Lombardi. “El Papa está estudiando el caso”.

El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, expresó que durante este proceso, “experimentó la plena independencia de la magistratura vaticana de las otras autoridades de la Santa Sede” y citó que vio “gran respecto de la Secretaría de Estado” que no llevó a cabo “ninguna presión ni intervenciones para condicionar el proceso”.

En esta línea, el padre Lombardi subrayó que tiene “una impresión positiva” del proceso que llegó en tiempos breves a la sentencia de ayer y añadió que seguramente fue también porque “todos los elementos de la investigación formal entraron en el proceso penal” por lo que se permitió el desarrollo más rápido.

El escándalo de las filtraciones de documentos reservados del Papa y del Vaticano, se desató a principios de este año.

Todo empezó cuando la televisión italiana sacó a la luz unas cartas enviadas a Benedicto XVI por el nuncio en Estados Unidos, el arzobispo Carlo María Viganó, en las que denunciaba la “corrupción, prevaricación y mala gestión” en la administración vaticana.

Las cartas más reveladoras fueron escritas al Papa por el arzobispo Viganó, cuando se desempeñaba como vicegobernador de la Ciudad del Vaticano.

En una de ellas, Viganó se quejaba de que cuando asumió el cargo en 2009, descubrió corrupción, nepotismo y amiguismo vinculado a la adjudicación de contratos a empresas externas a precios inflados.

Después, Viganó escribió al Papa sobre una campaña de desprestigio en su contra por otros altos funcionarios del Vaticano molestos con sus drásticas medidas para acabar con los procedimientos de compras.

A pesar de pedir que no se le apartara del Vaticano, Viganó fue posteriormente trasladado a Washington por el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, número dos de la cúpula de la Iglesia.

Comentarios

10