Policiales

Tribunales Federales de Rosario

Condenan a Macaco Muñoz por ordenar el comercio de drogas desde prisión

El muchacho, absuelto por el crimen del Pájaro Cantero, fue penado a 8 años y medio de cárcel al igual que su primo Matías Herrera, dueño del boliche de Pichincha baleado en abril pasado. El fiscal también mandó a investigar a Herrera por lavado de activos y connivencia con policías santafesinos


Facundo “Macaco” Muñoz, un joven de 28 años que fue juzgado y absuelto por el asesinato del líder de la banda de Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero, fue condenado este viernes por el Tribunal Oral Federal 3 de Rosario a 8 años y medio de prisión como parte de una organización dedicada a la distribución y venta de estupefacientes. Para la justicia las pruebas comprobaron que Macaco dirigía las actividades desde la cárcel de Piñero y que también se realizaban en un complejo de canchas de fútbol, en un procedimiento que se conoció como Operación Guaraní. Además, de Macaco fueron sentenciadas 11 personas a penas que van de tres a nueve años de cárcel entre los que se encuentra su primo Matías Herrera. Este hombre sonó en las crónicas policiales a finales de abril pasado luego de que los ocupantes de un auto balearan el frente de su boliche Alabama en Riccheri y Brown. El fiscal federal de juicio, Federico Reynares Solari envió conversaciones que se extrajeron de su celular para investigar la posible connivencia de policías de Santa Fe en el lavado de activos provenientes del narcotráfico.

Las mayores penas fueron impuestas a: Hugo René Flores y  Jesús Esquivel condenados a 9 años mientras que Macaco y sus dos lugartenientes que llevaban adelante sus directivas Herrera y Nicolás Alejandro Canteros fueron sentenciados a 8 años y 6 meses de cárcel. En el caso de Macaco, el tribunal tuvo en cuenta la condena anterior en la Justicia provincial por su participación en el asesinato de Pablo Colasso, por lo que le unificó la pena en 10 años y seis meses de prisión.

También fueron penados a 7 años Mauro Matías Quinteros y Ramón Galeano mientras que Pablo Esteban Ramírez, Luis Eugenio Romano, Máximo Biscoglio, Silvia Blanca “Gorda Bolona” Di Morelle –encausada en otra investigación por su participación en una banda narco mixta, ya que contaba con la colaboración de policías de la seccional 20ª– recibieron 6 años. Por último, Marlén Mansilla quedó penada a tres años de ejecución condicional.

Con distintos niveles de participación según el caso, el tribunal encuadró los hechos en la figura de comercio de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas y, para algunos imputados, también el delito de transporte de estupefacientes.

También se hizo lugar a las remisiones solicitadas por Reynares Solari, en orden a la investigación del presunto delito de lavado de dinero cometido por Matías Herrera, y la connivencia policial de fuerzas de seguridad de la provincia de Santa Fe en los ilícitos cometidos. Esta información novedosa para la Fiscalía surgió de la pericia realizada sobre el celular Sony Xperia utilizado por Herrera, el cual fuera secuestrado en el allanamiento realizado en su domicilio  de la ciudad de Funes.

La causa

La pesquisa tuvo su origen en dos líneas telefónicas que se encontraban intervenidas en la causa conocida como Los Patrones, de las cuales surgieron conversaciones entre Nicolás Canteros y Pablo Ramírez. La primera en relación a la provisión de estupefacientes a realizar en una cancha de futbol 5 y la última sobre una reunión que tendría Elías Javier Sánchez -principal proveedor de marihuana de Corrientes que abastecía a la organización de Los Patrones- con Ramírez para finales de noviembre del 2015. El Patrón Sánchez fue condenado en diciembre pasado por Los Patrones a 14 años de cárcel como proveedor de marihuana y en septiembre pasado firmó un abreviado en Corrientes a 6 años por tráfico de 100 kilos de la misma sustancia.

El devenir de la investigación permitió identificar al resto de la banda que se dedicaba a la distribución, recepción, fraccionamiento y venta de material estupefaciente -que venía de Corrientes- en distintos sectores de Rosario.

Los pesquisas federales establecieron entonces que las actividades de comercialización de estupefacientes llevadas a cabo por Nicolás Canteros eran dirigidas por Macaco desde la cárcel de Piñero donde estaba recluido, y que Canteros contaba con colaboración de su pareja Mansilla en el abastecimiento a Herrera y Quinteros. También fueron acusados Esquivel, Ramírez, Biscoglio, Romano y la Goda Bolona, según se ventiló en el debate oral.

Para los investigadores, el personaje central de esta organización era Esquivel, quien se proveía de material estupefaciente de distintos individuos, entre ellos el grupo Ramirez-Romano. Romano, nativo de Corrientes, contaba con antecedentes penales sobre infracción a la Ley 23.737 y abastecía a Ramírez desde aquella provincia, para luego éste último hacerlo con Esquivel. Luego Esquivel abastecía de dicho material a Canteros y a Herrera.

La Fiscalía también determinó que Esquivel comenzó una nueva rama de provisión de material estupefaciente y para ello se contactó con Flores, quien organizaría el transporte de estupefacientes también desde la Corrientes, siendo el chofer de dicho acontecimiento Galeano.

Pocos días antes de “la bajada”, Herrera y Canteros llamaron a Esquivel para proveerse de estupefacientes, a lo cual Esquivel les dijo que estaría por llegar desde Corrientes el pedido.

Finalmente, luego de tareas de campo realizada en Corrientes, en la cual se divisó el auto manejado por Flores y el utilitario a cargo de Galeano, se inició el 31 de marzo de 2016 el seguimiento de dichos rodados, los cuales partían rumbo a Rosario. Personal de la División Antidrogas Rosario de la Policía Federal interceptó una Peugeot Partner, en la autopista Rosario-Santa Fe, a la altura del puente Serodino y el peaje del km 22, que era conducida por Galeano, quien transportaba 67 kilos de marihuana distribuidos en 85 panes de tipo ladrillos encintados, ocultos en un doble fondo. Era secundado por Flores, quien conducía un Volkswagen Bora.

Pedidos de pena del fiscal

En su alegato, Reynares Solari había requerido que Flores y Galeano sean condenados como coautores de comercio y transporte de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada, a las penas de diez años de prisión y multas de $15.000. Misma pena solicitó para Esquivel, Herrera y Canteros como coautores de comercio de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada; al tiempo que pidió una condena unificada para Muñoz, de doce años y multa de 15.000, ya que contaba con una condena previa impuesta por el Juzgado de Sentencia N°4 de Rosario.

También pidió que se condene, como coautores del mismo delito, a Quinteros -8 años-, Biscoglio -7 años-; Ramírez y Romano –penas de 6 años de prisión- y una condena de 3 años de prisión para Mansilla como partícipe secundario de comercio de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada. Finalmente, solicitó una condena única de 6 años y 1 mes de prisión para Di Morelle, en virtud de contar con una condena a tres años dictada por el Tribunal Oral Federal N°3 de Rosario, de junio pasado donde también terminaron sentenciados con policías de la seccional 20ª de Empalme Graneros.

Asimismo, el fiscal general solicitó el decomiso de $5.095 pesos –incautados durante los procedimientos por estimar que es dinero producto de la actividad ilícita–, y de los vehículos Ford EcoSport, Bora, Partner, Honda CVR y Renault 12.

Empezó el juicio contra Macaco Muñoz por liderar banda desde la cárcel de Piñero

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