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Condenado a cuatro años de prisión por fallidos robos

Los jueces de la Cámara de Apelaciones consideraron que el acusado ejercía el delito como medio de vida.

La Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Rosario confirmó la condena a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo a un hombre de 33 años acusado de dos intentos de robo fallido. Es que a pesar de que la defensa apeló el fallo al considerar que la pena era excesiva, los jueces consideraron que, en la última década, había sido condenado en otras cuatro oportunidades por hechos similares, por lo que este tipo de actividad delictiva no puede considerarse como una “cuestión circunstancial, sino como un medio de vida”.

José Miguel Schneider deberá pasar los próximos cuatro años tras las rejas. Esto, después de que los magistrados que integran la Sala III de la Cámara de Apelaciones de Rosario –Otto Crippa García, Elena Ramón y Rubén Jukic– confirmaran una condena en su contra, emitida por el Juzgado de Sentencia Nº 2.

Los hechos por los que Schneider, de 33 años, fue procesado y luego condenado ocurrieron en 2008.

El 30 de junio de ese año, el imputado intentó ingresar a un local de la empresa aseguradora San Cristóbal, ubicado en Hilarión de la Quintana al 800, en zona sur. Allí forzó una persiana con un trozo de madera y rompió un vidrio de la puerta. En medio de su diligencia llegó la Policía, que lo detuvo después de perseguirlo unos metros.  Este hecho, quedó caratulado como “robo en grado de tentativa”.

Un tiempo después, el 24 de octubre, Schneider ingresó durante la madrugada a un taller mecánico ubicado en avenida Perón al 8300, tras saltar un portón de más de dos metros, y se llevó un bolso con herramientas sin ejercer violencia.

Luego se dirigió a un local de ropa que quedaba al lado y, tras romper un vidrio y cortar una reja, comenzó a sacar mercadería a la calle.  Una alarma del local con sensor de movimiento se activó y la Policía lo encontró en una ventana con la mitad del cuerpo adentro y la otra mitad fuera del local, en su afanosa tarea.  Por esto hechos, el juez de Sentencia Antonio Ramos le otorgó una pena de cuatro años de prisión.

Sin embargo, la defensa  apeló el fallo al considerar que la pena era excesiva.

En este contexto, los magistrados de la Sala III consideraron que Schneider ya había sido condenado por delitos contra la propiedad en cuatro oportunidades desde 1999, y que ya ha cumplido penas “en forma efectiva en establecimientos carcelarios, donde le fuera otorgada una vez la libertad condicional, la que ha tenido que ser revocada”, reza el fallo. Además, los jueces señalaron que “las conductas delictivas (del imputado) ya no son una simple cuestión circunstancial, sino un medio de vida”, ya que cuando le fue concedida la libertad de una condena anterior, volvió a delinquir a los dos meses, esto es, en junio de 2008.

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