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Con el último aliento

Newell’s derrotó a Estudiantes sobre la hora con un penal convertido por Formica y se quedó con el primer chico. Newell´s: Otro capítulo violento

Con sufrimiento, cuando no. Pero con convicción. Newell’s obtuvo ayer un agónico triunfo por 1-0 ante Estudiantes en el partido de ida de la Copa Sudamericana. La Lepra se quedó con el primer chico y ahora espera con mayor tranquilidad el desenlace de esta serie el próximo miércoles en cancha de Quilmes.

El primer tiempo mostró una versión muy distinta de lo que sucedió en la primera fecha del Apertura, cuando ambos coincidieron en el Coloso. Esta vez hubo dinámica, ambición, acciones de riesgo y buenas intervenciones de los arqueros.

Las intenciones de la Lepra se tradujeron en un remate de Mauricio Sperduti que reventó el palo apenas empezó el partido, un disparo forzado de Lucas Bernardi que obligó a Agustín Orión a intervenir y un cabezazo a quemarropa de Mauro Formica que valió una brillante reacción del arquero pincharrata.

Estudiantes también se fue soltando y también puso en aprietos a Sebastián Peratta. El arquero controló sin problemas un zurdazo de Leandro González y otro de Michael Hoyos tras un contragolpe. Y se lució ante un cabezazo de Maxi Núñez dentro del área, que obligó el reto del guardavalla hacia Estigarribia.

Newell’s insistió, casi en forma sistemática, con las corridas de Sperduti y sufrió con la movilidad de los volantes de Estudiantes, quienes tenían libertad para rotar y salir de sus posiciones.

El complemento tuvo menos intensidad, pero también resultó atractivo. Marcelo Estigarribia dispuso de una chance clara en el inicio pero su remate se fue apenas desviado. Los ingresos de Daniel Salvatierra y Luis Rodríguez obligaron a un cambio de sistema. Y si bien Newell’s ganó en movilidad y solidaridad no tuvo ya la misma agresividad.

Mauro Formica y Mauricio Sperduti se alejaron demasiado y el partido perdió emotividad, ya que Estudiantes se fue conformando con el empate. Pero Newell’s no claudicó en su intento de quedarse con la victoria y ahí estuvo su mayor mérito.

La Lepra presionó hasta el último minuto y forzó el error del rival. Salvatierra se la encontró dentro del área, hizo un par de pasos, Leandro Benítez lo tumbó, el pibe se dejó caer y Diego Abal pitó penal. Formica, con un remate fuerte y esquinado, puso el ansiado y definitivo 1-0.

Un triunfo que llegó justo para apagar el sufrimiento y desatar una fiesta incontrolable. Y dejar a la Lepra bien parada para la revancha.

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