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Detienen a otro joven por el crimen del sargento Sotelo

Tiene 20 años y había sido señalado por los dos muchachos que fueron arrestados tras el homicidio.

Personal de la División Judiciales de la UR II arrestó anteayer a un joven de 20 años, sospechado de participar en el tiroteo registrado en la mañana del sábado pasado a metros del barrio Toba de zona oeste, donde falleció el sargento Rodolfo Sotelo y otro suboficial de 28 años fue gravemente herido. Por el hecho, en el cual también resultó malherida una adolescente de 14, vecina de la zona, fueron detenidos horas después del hecho dos personas, entre quienes estaría el autor material del crimen.

Se trata de Cristian Leonardo L., de 20 años, quien fue detenido anteayer por efectivos de la División Judiciales de la Unidad Regional II durante una serie de operativos realizados en varios asentamientos de la zona oeste, y fue a puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de la 5ª Nominación, adonde en la mañana de ayer negó los hechos.

Fuentes allegadas a la investigación indicaron que el joven había sido señalado con nombre y apellido durante un interrogatorio policial efectuado el mismo día del sangriento episodio a los dos primeros detenidos. Cristian L. se sumó a Alfredo R. y Hugo A., arrestados en la tarde del sábado, y todos quedaron imputados de homicidio criminis causa, aunque la figura penal podría modificarse con el avance de la investigación, aclararon los voceros.

En ese sentido, la principal hipótesis que manejan los pesquisas es que el móvil que desató el fatal tiroteo fue un robo perpetrado por dos muchachos en forma azarosa contra los ocupantes de un vehículo particular y que resultaron ser integrantes de la sección de Homicidios de la Unidad Regional II.

El hecho se registró alrededor de las 11.15 del sábado pasado, cuando un Ford Escort color bordó estacionó en la intersección de Maradona y Campbell, a metros del barrio Toba de zona oeste.

Mientras el agente Fabián V., de 28 años, bajó del rodado para entregar una citación judicial a un residente de la zona, el sargento Rodolfo Alejandro Sotelo, de 46 años y la oficial Débora A., de 30, se quedaron sentados, el primero en el asiento del acompañante y la mujer policía en los traseros, refirieron voceros del caso.

Según los pesquisas, en un momento se aparecieron dos personas en moto y, unos instantes después, un muchacho se asomó por la ventanilla y le pidió la billetera a Sotelo, quien se resistió y forcejeó con el joven.

Luego, y en circunstancias todavía no muy claras, el sargento salió del auto y siguió peleando con el asaltante, hasta que finalmente Sotelo terminó tirado en una zanja, con siete plomos en el cuerpo.

Todavía no se determinó si el policía fue herido con su misma pistola reglamentaria y luego recibió disparos efectuados por otro muchacho, o si todos los tiros fueron efectuados por dos armas que no eran las reglamentarias, aclararon las fuentes.

Al escuchar los disparos, Fabián V. regresó a ver qué sucedía y en ese momento recibió un disparo en el abdomen que lo dejó gravemente herido, mientras que otro proyectil –cuyo calibre tampoco está identificado– hirió en la garganta a una adolescente que estaba lavando ropa en el patio de su precaria vivienda y se asomó desde un tapial a ver qué pasaba.

Las primeras versiones que circularon en torno de las dos primeras detenciones indicaban que uno de los muchachos había confesado ser el autor de los disparos ante la Fiscalía de la 11ª Nominación, que investiga la causa. Sin embargo, la fiscal Graciela Argüelles dijo a El Ciudadano que los dos detenidos Alfredo R. y Hugo A. negaron el hecho y se abstuvieron de declarar.

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