Con los corralones con poco espacio, el municipio llevará adelante una nueva compactación masiva de vehículos. La intendenta Mónica Fein firmó ayer el decreto de adjudicación del servicio de descontaminación, desguace y compactación de las unidades que se encuentran depositadas tras ser secuestradas por el Estado. Esto lo llevará adelante la empresa JIT, de Villa Constitución, que ganó en su oportunidad la licitación y será la encargada de llevar adelante la tarea. Compactará durante 15 días unas 2.200 toneladas de autos y motos cuyos propietarios no retiraron a lo largo del tiempo, y se convertirán en chatarra que luego será vendida a Acindar como material para ser reciclado. En tanto, los fluidos se enviarán a una planta de reciclado ubicada en la ciudad de San Lorenzo.
Los distintos operativos que se están llevando adelante hicieron que la administración municipal dispusiera de un plan sistemático para ir liberando espacio en los corralones donde se deposita todo lo acarreado por infringir las normativas vigentes.
Según se informó oficialmente, el desguace es la finalización de un largo proceso en el cual los propietarios de los vehículos que están en el corralón desde hace años fueron citados al menos en dos oportunidades para regularizar la situación dominial y poder retirarlos. Al cabo de este tiempo y, tras conseguir autorización de la Justicia, se comienza con el operativo de compactación.
El doble de chatarra
En declaraciones a El Ciudadano, el secretario de Gobierno del municipio, Fernando Asegurado, comentó que “la intendenta Fein ya firmó la adjudicación para el inicio del trámite administrativo”.
“En pocos días se empezará a compactar en un operativo que les llevará aproximadamente unos 15 días. Esto lo realizará la empresa JIT, con sede en Villa Constitución, que es la misma que hizo los trabajos el año pasado. La licitación es a dos años. El año pasado compactamos 1.100 toneladas y este año calculamos que será el doble, tanto de autos como de motos”, resumió.
“Con el nivel de operativos que tenemos de secuestros de motos en lo que entramos es un en círculo, en un proceso que se va a mantener. Seguimos adelante con la compactación porque es realmente un proceso que nos conformó. Lo que se hace es primero enviarle a los propietarios una serie de notificaciones, respetando los tiempos administrativos, y si no retiran el vehículo se procede a compactarlo”, agregó.
Según contó el funcionario, “la empresa que hace el trabajo primero separa todos lo que es fluidos y restos de combustibles del material pesado y los plásticos”. “Lo que hace la firma es pagarle al municipio por tonelada compactada la cifra de 530 pesos para luego venderla a Acindar. Esto nos da la garantía de que se respetará el proceso de reciclado para su reutilización”, subrayó.
“El proceso de compactación es mejor porque cuando hacíamos la subasta, muchas veces el material volvía a la calle y con esto se cierra un círculo. La subasta generaba una informalidad mayor a la que queríamos evitar, ya que enseguida empezaba un proceso de reventa. Nuestra intención es que por su estado estos vehículos no vuelvan a la vía pública. En lo que estamos poniendo mucho énfasis es en los procedimientos sobre vehículos abandonados en la vía pública. Para poder realizarlo hemos contratado grúas especiales”, añadió.
Por último, Asegurado indicó que los propietarios en la mayoría de las oportunidades no retiran los vehículos porque “por lo general están en muy malas condiciones y acumulan deudas que superan ampliamente su valor”. “Con respecto al tema de las motos, por ejemplo, de las motos secuestradas en los operativos, un 35 por ciento queda en los corralones sin ser retiradas”, concluyó.
Comentarios