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Comer bien, moverse más y no fumar

Incluir en la agenda diaria treinta minutos de actividad física, comer lo que necesita el cuerpo y no fumar disminuye en un 30 por ciento el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles.

Incluir en la agenda diaria treinta minutos de actividad física, comer lo que necesita el cuerpo y no fumar disminuye en un 30 por ciento el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles y permiten una mejor calidad de vida, recordaron especialistas en el marco de Día Mundial de la Salud que se conmemoró ayer.

“No es necesario ir al gimnasio o practicar un deporte para lograr hacer, al menos, treinta minutos de actividad física por día”, dijo Gustavo Moreno, coordinador de la Red Argentina de Actividad Física (Raaf), durante un “desayuno saludable” con estudiantes secundarios y universitarios para honrar la fecha que marca el calendario.

Moreno explicó que se trata de “sumar” treinta minutos de actividad física moderada todos los días de la semana, que pueden ser seguidos o fraccionados, en bloques de diez minutos.

El sedentarismo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta al 50 por ciento de la población mundial, especialmente de quienes viven en grandes ciudades.

En la Argentina, el número trepó entre 2005 y 2009 del 46,2 al 54,9 por ciento, según la última Encuesta de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación, difundida durante el encuentro de ayer en Buenos Aires por Oscar Incarbone, coordinador del área de Actividad Física del Plan Argentina Saludable de esa cartera.

Bajarse del colectivo antes del destino final, estacionar el auto antes –a algunas cuadras– del lugar a donde se va, andar más en bicicleta o usar las escaleras en lugar del ascensor son algunas de las recomendaciones para combatir la inactividad.

También, se sugiere, para completar los treinta minutos de actividad, en el lugar de trabajo caminar hasta el escritorio del compañero en lugar de mandar un e-mail y mantener la reunión con los colegas de pie.

La ecuación se completa con una buena alimentación, variada, rica en frutas y verduras, carnes y lácteos, lo que implica tenerlo en cuenta desde el momento en que se realiza la compra.

“Al menos hay que ingerir cinco frutas o verduras por día, además de carnes, lácteos y carbohidratos. Todo es importante”, dijo Georgina Alberro, coordinadora de Tabaquismo y Nutrición de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec).

La nutricionista explicó que “la clave es la proporción y la relación” que se hace entre todos esos alimentos. “Todos tenemos que volver a educarnos. Premiar a un hijo con una milanesa con papas fritas es una muestra de nuestra cultura alimenticia errónea”, añadió.

Alberro apuntó que la dieta “promedio” es muy aburrida. “Siempre comemos lo mismo”, dijo, y destacó que “comer lo que el cuerpo necesita también puede ser rico”.

En relación con el tabaco, “lograr cada vez más espacios libres de humo también trajo notables beneficios para la calidad de vida”, agregó Mario Virgolín, responsable del Plan Argentina Saludable.

“La provincia de Santa Fe –dijo el funcionario– donde se aplicó esta política, es un ejemplo claro” ya que en un año bajaron el 28 por ciento las internaciones por infartos”.

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