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Cierra la Cumbre Climática con un pronóstico incierto

La perspectiva de alcanzar un acuerdo ambicioso en la lucha contra el calentamiento global parecía ayer comprometida, en los últimos tramos de la Conferencia de Copenhague, que concluirá hoy con una cumbre de 120 jefes de Estado y de Gobierno.

La perspectiva de alcanzar un acuerdo ambicioso en la lucha contra el calentamiento global parecía ayer comprometida, en los últimos tramos de la Conferencia de Copenhague, que concluirá hoy con una cumbre de 120 jefes de Estado y de Gobierno.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Rodham Clinton, acusó a las grandes economías emergentes de “dar marcha atrás” sobre la transparencia de sus compromisos de lucha contra el cambio climático.

“Esa actitud socava todo el esfuerzo que estamos llevando adelante”, advirtió Clinton en el décimo día de la Conferencia, a lo largo de la cual Estados Unidos y China –los mayores emisores mundiales de gases de efecto invernadero– protagonizaron duras pugnas. La Unión Europea (UE) se declaró “preocupada” por “la falta de progresos” en las conversaciones, en las que participan 193 países, sobre las cuales planea la sombra del fracaso.

“Pasó la hora de los pretextos, llegó la hora de los compromisos y la acción”, proclamó el presidente de México, Felipe Calderón.

“Ha llegado el momento de osar romper los paradigmas, la lucha contra el cambio climático debe ser asumida por todas las naciones, desarrolladas y en desarrollo”, agregó.

Las negociaciones para limitar el alza de la temperatura media del planeta a 2º centígrados, estancadas desde hace varios días, se reanudaron ayer al mediodía. Otro tema que gravitó en las discusiones es el del costo de las medidas requeridas para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a los efectos del cambio climático, cuya responsabilidad histórica recae en las naciones industrializadas.

Clinton, cuya llegada a la capital danesa precedió a la del presidente Barack Hussein Obama, quien arribará hoy, dijo que Estados Unidos está dispuesto a contribuir a un fondo de 100.000 millones de dólares anuales de aquí a 2020, a condición de que se llegue a un acuerdo completo.

El primer ministro de India, Manmohan Singh, recordó por su lado que su país no podrá aceptar un tratado que impida sacar de la pobreza a millones de personas. “No se puede enfrentar el calentamiento climático haciendo perpetua la pobreza de los países emergentes”, declaró. India anunció que estaba dispuesta a reducir la intensidad carbónica de su economía (emisiones por unidad de PIB) entre un 20 y un 35 por ciento de aquí a 2020 respecto a 2005.

China, que no está sometida a objetivos vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el Protocolo de Kyoto, también se ha comprometido a reducir su intensidad carbónica en 40 a 45 por ciento en 2020 respecto a 2005.

A su turno, la ex ministra brasileña de Medio Ambiente Marina Silva, una figura emblemática de la lucha por la protección de la selva amazónica, alertó que un fracaso de la cumbre sería “tan grave como la esclavitud o el Holocausto”.

“No es la negociación soñada desde el punto de vista científico”, resumió el climatólogo francés Jean Jousel, vicepresidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). “Estamos lejos de lo necesario”, añadió, respecto a los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de los países ricos para 2020, muy inferiores a la franja de 25 a 40 por ciento recomendada por los científicos. “Los dos últimos días van a ser importantes, pero vemos que hay un cierto pesimismo”, añadió.

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