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Chile pasó a jugar en la primera A

Por: María Iglesia

Mientras los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) se reunieron en Montevideo hace diez días con la meta de reforzar las relaciones comerciales del bloque con la Unión Europea, otro país latinoamericano fue más allá y logró sentarse a la mesa chica para formar parte de una de las organizaciones económicas más importantes del mundo: desde enero, Chile será el primer país sudamericano que integrará la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que reúne a los 30 países democráticos más ricos del mundo.

Así lo anunció el martes de la semana pasada el mexicano Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, cuando entregó en París al ministro chileno de Hacienda, Andrés Velasco, la invitación formal de la organización para que la transmita a la presidenta, Michelle Bachelet. “La OCDE invita a Chile a sumarse a ella para echar las bases de una economía más fuerte, más sana y más justa”, subrayó Gurría en un acto celebrado en la sede de la organización en presencia de los embajadores de los 30 países que ya la integran. Se declaró además “orgulloso” de invitar al país trasandino cuando destacó la adhesión “a políticas macroeconómicas durables y su lucha vigorosa contra la pobreza y la desigualdad”.

De esta manera, Chile pasará a ser el integrante número 31 de la OCDE cuando el 11 de enero ingrese formalmente a esta organización. Esta nación trasandina fue país observador de la OCDE desde 1993 y, en mayo de 2007, empezó las negociaciones de adhesión como también lo hicieron en ese momento Rusia, Israel, Estonia y Eslovenia, aunque hasta ahora sólo Chile logró la aceptación. Según la OCDE, esta nueva adhesión latinoamericana le permitirá reforzar “sus relaciones con la región”, aunque claramente el gran beneficiado será el país ingresante.

Más allá de las críticas que se puedan elaborar a las políticas económicas desarrolladas en el país vecino, Chile tuvo que cumplir con una serie de requisitos en materia de estabilidad económica y gobernabilidad, política fiscal y bancaria, inversiones y medio ambiente para ser aceptado en esta organización elite. Por caso, las estadísticas no manipuladas indican que la pobreza en Chile pasó de afectar al 40 por ciento de la población en los comienzos de la década del 90 al 13 por ciento durante 2008.

Además, según señalan economistas, a diferencia de la Argentina, Chile fue inteligente en la administración de los ingresos que se originaron en el boom de los precios de las materias primas del año pasado. No sólo creó fondos de ahorro contracíclicos (que en la Argentina nunca se formalizaron), sino que además creó un fondo de 6.000 millones de dólares, del cual los intereses anuales que generen se utilizarán para ayudar a 2.500 estudiantes a realizar estudios de posgrados en universidades de Estados Unidos y Europa.

No es una mala estrategia para la Argentina intentar lograr a través del Mercosur una mejor posición en el escenario internacional y, a través de este bloque, un acercamiento a la Unión Europea, tal como lo aseguraron buscarán los presidentes en la reunión en Montevideo. De hecho en mayo habrá en Madrid una reunión entre el Mercosur y la UE para acercar posiciones, luego de que las conversaciones se estancaran en los últimos cinco años.

Sin embargo, el ingreso de Chile a la OCDE demuestra que la consecución de políticas económicas acertadas da como resultado mucho más que un acercamiento a alcanzar meros acuerdos comerciales.

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