La fábrica de jugos Trechel cerró sorpresivamente sus puertas durante el fin de semana y como saldo 26 trabajadores, algunos con más de 30 años de antigüedad, quedaron en la calle. Ayer, la puerta de la empresa ubicada en Ingeniero Thedy y Caseros, en barrio Refinería, tenía las persianas bajas pero los trabajadores hacían guardia en la puerta para que los vecinos se enteraran del conflicto y para que los dueños no siguieran llevándose los materiales de trabajo. Es que además de no avisar sobre el cierre y adeudar salarios a los trabajadores, los propietarios de la empresa la vaciaron durante el fin de semana y sorprendieron a todos con la noticia el lunes a la mañana, cuando ingresaba a trabajar el primer turno. Mañana a las 10 de la mañana, los trabajadores mantendrán una reunión en el Ministerio de Trabajo para intentar encarrilar el conflicto y buscar una solución para los 26 empleados.
Omar Ferretti es empleado y delegado de la empresa, y asegura que hasta la semana pasada se trabajó bien. “Siempre hay demanda de mercadería. Luis Ibáñez, uno de los socios y que tiene la mayoría de las acciones, tira para atrás la producción y la venta, se reciben llamados de clientes, no falta trabajo, ni se fue achicando paulatinamente, esto es inducido”.
Ferretti explica que en enero pasado hicieron un convenio de pago y se arregló desglosar el salario en cuotas semanales. El viernes pasado, no cumplieron con lo pactado y les pagaron solo una parte de lo convenido.
“El domingo me llamó un sobrino de Ibáñez, poniéndome en aviso que el lunes iba a estar cerrada la empresa. Me parece raro que un industrial no quiera vender y producir, no sé a que se debe todo esto. Además hubo vendedores que habían conseguido lugares en grandes cadenas de supermercados para la producción y el socio que tiene la mayoría de las acciones preguntó si no era mucha la cantidad”, resaltó el delegado.
Vaciada
Ferretti afirma que durante el fin de semana pasado se llevaron casi todo lo que había en la empresa: material rodante, camiones, camionetas, montacargas, información, discos rígidos, computadoras, entre otras cosas.
“Por mes en temporada alta se vendían en mercadería 500 mil litros de jugo y en temporada baja 350 mil. Movimiento había. Ésta gente siempre decía que estaban mal, hace años, es un modus operandi. Estamos siguiendo los pasos legales y tenemos una audiencia mañana en el Ministerio de Trabajo y estamos en la empresa haciendo guardias, vamos a seguir hasta que nos den los tiempos”, aseguró el delegado de la fábrica.
Ferretti sostiene que fue una medida que los toma de sorpresa. “La empresa no estaba en bancarrota, se estaba trabajando de forma normal, yo hago reparto y compro insumos, había movimiento y en todos los supermercados está la mercadería. La gente la compra y se vende sola; estamos viendo cómo salimos de esto y en última instancia haremos una cooperativa de trabajo”, finalizó.
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