Rosario Central confirmó su levantada y volvió a ganar. Luego de derrotar a Newell’s en el clásico, venció por 1-0 a Belgrano en Córdoba y consiguió su segunda victoria al hilo. El gol lo convirtió el delantero Carlos Luna a los 44 minutos de la primera mitad.
En la continuidad de la decimotercera fecha del torneo Inicial, el equipo de Miguel Ángel Russo logró imponerse como visitante y así acumular un nuevo triunfo, luego de la fundamental victoria clásica del pasado domingo.
En el cotejo, los de Ricardo Zielinski hicieron méritos durante todo el complemento para llegar el empate, buscaron de muchas maneras posibles, pero siempre se encontraron con Mauricio Caranta, pilar de la victoria auriazul.
De ese modo, Central cortó un maleficio instalado hace 31 años: ganar después de haber triunfado en un clásico contra Newell’s. Y lo hizo siendo práctico y efectivo, logrando soportar la presión que ejerció desde el arranque Belgrano.
Después del sofocón, los de Russo se acomodaron mejor y empezaron a lastimar por los costados, levantando sus líneas en bloque para aprovechar los espacios.
Lo tuvo Encina con un tiro cruzado que se desvío en Aveldaño y salió rozando el palo derecho mientras Olave hacía vista. Pero promediando el primer tiempo, Belgrano recuperó la pelota y el dominio de las acciones, generando varias situaciones que pudieron significar la apertura del marcador.
Apareció “Teté” González con un roscazo que se fue cerca del ángulo y también su ladero Guillermo Farré que hizo lucir a Caranta. El arquero de Central empezó a ser el pilar fundamental del aguante rosarino, que intentaba salir rápido de contragolpe pero no estaba preciso.
Y en el final de esos primeros 45 minutos, Central volvió a arrinconar a Belgrano, hasta que en la última jugada, Ferrari trepó por la punta derecha, mandó un centro pasado y Luna le cambió la dirección a la pelota con la cabeza.
Fue un golpe psicológico para ambos lados, porque Central tuvo que salir a defender esa diferencia y aguantar los embates de Belgrano, que durante todo el segundo tiempo fue muy superior.
El “Pirata” buscó de todas maneras, de cabeza, por abajo, con centros, con juego asociado, pero no pudo.
El “Picante” Pereyra fue lo más peligroso del local, aunque le faltó el toque final, y si bien Zielinsky se la jugó con los cambios, no pudo torcer la historia. Central volvió a ganar y empieza a aflojarse la soga del cuello en la tabla de los promedios, después de un arranque dubitativo.
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