Central no merecía perderlo. Dos cabezazos en los postes de Trípodi parecían conducirlo a una nueva derrota. Pero lo que no pudieron Luna y Niell lo hizo Abreu, con rebote incluido. En el camino, Boca pudo liquidar el partido primero con un mano a mano de Gigliotti y después con una contra de Sánchez Miño que despilfarró rematando desviado.
Central mostró una buena idea de juego desde la tenencia de la pelota. Pero su retroceso es fatal.
Boca, con dos contras, marcó por intermedio de Gigliotti y pudo hacerlo otra vez durante el primer tiempo. Entonces, la lectura es clara: Central no juega mal, pero comete errores que en la Primera Nacional B se le perdonaban, pero ahora lo condenan.
Carrizo bien abierto en la izquierda fue de los mejores del primer tiempo. Ballini tuvo un desempeño regular en su misión de seguir a Riquelme. Román lo sacó a pasear por los costados y el hueco fue aprovechado por Sánchez Miño y Jesús Méndez, aunque éste hizo un partido malo y no capitalizó su soledad. Claro que a pesar de tener más la pelota, Central llegó solo con dos cabezazos: Luna contra un defensor y Peppino afuera, desde el borde del área chica.
El segundo tiempo fue similar hasta que Ballini largó a Riquelme para acomodar el medio y no estar tan pendiente del “10”. Central iba por los costados, pero perdía en el área de Boca. No podía empatar, a pesar que el local mostraba que no tenía resto para salir. Sólo una contra con Sánchez Miño rematando afuera.
Después Bianchi sacó a Martínez y tiró a Riquelme arriba, Ballini ya no lo siguió. Pero la cautela de Boca lo castigó. El empate terminó siendo un premio al ir permanente, aunque poco claro de Central.
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