El accidentado empate del lunes pasado ante Olimpo de Bahía Blanca marcó un mojón en el sendero de Central. El equipo de Miguel Ángel Russo cortó así una serie de 12 éxitos consecutivos y quedó en el umbral, apenas a un paso, de lograr el récord nacional de triunfos continuados.
Pero, además de interrumpir la racha ganadora, tras el reparto de puntos con los bahienses, en el “mundo” canalla se generó cierta sensación de incertidumbre de cara al futuro. Y esta cuestión no tiene tanto que ver con el funcionamiento de Central como equipo.
Es que el lunes, en el Gigante, se dieron situaciones negativas en cantidad inusual. Dos goles en contra, uno de ellos sobre la hora; dos habituales titulares lesionados, y otro suspendido.
La combinación de estos ingredientes provocó un clima de “pesimismo futbolero” entre los auriazules. Y en esas se lo ve hoy al hincha de Central, quien, de paso, no deja de ver en el espejo retrovisor el fracaso de la temporada pasada, cuando el ascenso parecía estar muy a mano, y terminó esfumándose.
Sin embargo, desde el punto de vista numérico, al equipo de Russo le sobran motivos para sentir que continúa muy firme en la búsqueda del objetivo. Es que, a trece fechas del final, los auriazules se mantienen como líderes del campeonato, 4 puntos por encima de los dos segundos (Gimnasia de La Plata y Olimpo de Bahía Blanca), con quienes estaría ascendiendo en este momento. Pero además, Central le lleva 11 unidades al cuarto del escalafón, Gimnasia de Jujuy; aunque la distancia con el cuarto podría acortarse a 9 puntos si Banfield derrota a Sarmiento en Junín.
Es cierto que el empate del lunes ante Olimpo dejó secuelas tangibles: dos titulares lesionados (Mauricio Caranta y Javier Toledo) y uno suspendido (Nahuel Valentini). Ninguno de ellos, que forman parte de la columna vertebral del equipo, estará entre los once que el domingo jugarán en Tucumán ante Atlético.
Este nuevo escenario abre un interrogante: este mal de ausencias, ¿afectará o no el normal funcionamiento del equipo? Esa duda sólo podrá disiparse a partir de lo que muestre Central este domingo ante el Decano tucumano.
Por lo pronto, Russo y los suyos se preparan para dar otra prueba de carácter. Antecedentes sobran para suponer que pueden hacerlo. Y no hay dudas de que, si superan este escollo, habrán dado un nuevo paso en el sentido correcto hacia la ansiada vuelta a la primera división.
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