Con autoridad. Con prestancia. Y con mucha entereza. Central hizo los deberes y se quedó con una victoria importantísima para seguir en la lucha grande del torneo. Encima se sacó la mufa de no poder ganar en el Gigante. Y por si fuera poco jugó el mejor partido como local y el mejor primer tiempo de todo el campeonato. Eduardo Coudet acertó en el sistema de juego (4-3-1-2) y por momentos bailó al siempre duro Belgrano.
El primer tiempo que hizo Central fue de lo mejor del torneo. Con un arranque arrasador, donde Fernández exigió a Olave y Ruben mandó la pelota al palo cuando se jugaban sólo dos minutos. El Canalla se adueñó rápidamente del partido y aturdió al rival que no sabía cómo hacer para parar los embates del equipo de Coudet.
Con el correr de los minutos, la supremacía se fue acrecentando. Cervi se desmarcaba con facilidad, Montoya pasaba cuando quería y el medio no tenía inconvenientes para darle buen destino al balón.
La apertura del marcador llegó con un remate de Montoya tras un córner despejado por Lema. El chaqueño, quien había quedado para el rebote ya había avisado segundos antes con un tiro libre, pero esta vez dejó sin chances al arquero.
El final de la primera etapa con un solo gol de diferencia fue injusto. Es que el Canalla tuvo siete situaciones de gol, pero solamente una terminó en gol.
Para el complemento, Zielinski mandó a Zelarayán a la cancha y distribuyó las piezas en el medio. Pero el comienzo para Central fue ideal. Ruben tomó la pelota en el área, lo bajaron y marcó el segundo desde los doce pasos.
Sin embargo, Lucas Zelarayán comenzó a complicar al pararse detrás de Nery Domínguez. Y con él llegó la mejor versión del Pirata en todo el encuentro. Tal es así que aprovechando el buen juego aéreo descontó y se puso a tiro del empate. Encima Coudet se demoró más de lo recomendado en hacer los cambios. Luego, Larrondo se encargó de poner las cosas en su lugar y marcó el tercero ganando de arriba. El último cuarto de hora estuvo de más, pues el Canalla se hizo de la pelota y esperó que llegara el final.
Central ganó jugando bien, cumplió con lo que tenía que hacer y no solamente se aferró a la zona de liguilla pre Libertadores sino que alimentó el sueño de continuar peleando por el título. ¡Chapeau!
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