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Preso interprovincial

Cayó armado con fusil célebre narco que escapó de la Alcaidía

Hace 5 años un comisario que terminó procesado lo dejó ir del penal de la Jefatura. Ahora fue arrestado en Buenos Aires.


Un pesado rosarino que estaba prófugo tras escaparse con ayuda policial de la Alcaidía local, en 2011, e integraba la lista de los fugitivos más buscados de la Argentina fue detenido con otro hombre en el norte del Gran Buenos Aires, informaron fuentes policiales. El recapturado es Carlos Manuel Fiordellino, hijo de un comisario retirado de la Policía de Santa Fe y quien acumula un grueso prontuario y siete identidades falsas. Por este hombre de 44 años el Ministerio de Justicia de la Nación ofrecía 100.000 pesos de recompensa a quien aportara datos que contribuyeran a su detención para ser juzgado en una causa por narcotráfico en territorio bonaerense, por la cual había sido apresado en la localidad de Funes.

La captura ocurrió el último jueves, cuando personal de la Delegación Zárate-Campana de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de la Policía Bonaerense realizó un operativo tendiente a interceptar una banda de narcotraficantes. Según dijeron los voceros, los pesquisas contaban con la información de que la banda haría un traslado de mercadería a través de la ruta 9, a la altura de la ciudad de Escobar, en el norte del conurbano.

Con las señas particulares de los vehículos en los que se movilizarían, los policías antinarcóticos interceptaron el paso de un auto BMW y de una camioneta Mercedes Benz Sprinter en el kilómetro 34,5 de la ruta mencionada y detuvieron a los dos hombres. Fiordellino y su cómplice, según dejaron asentado los policías, tenían en su poder un fusil de asalto M4 calibre 2.23 con tres cargadores completos, una pistola calibre 3.80 con silenciador, un ladrillo de marihuana de 900 gramos y 296.000 pesos en efectivo. Por este caso ambos quedaron a disposición del Juzgado Federal de Zárate-Campana, a cargo de Adrián González Charvay.

Oscura fuga

Las últimas noticias de Fiordellino se conocieron allá por 2011. En la medianoche del 5 de junio de 2011, mientras estaba detenido en la Alcaidía de la Jefatura rosarina, un comisario acompañó al reo hasta la puerta de avenida Francia al 5200 y lo dejó ir, lo que quedó registrado por cámaras de seguridad. Este oficial y dos agentes terminaron procesados por cohecho, facilitamiento doloso de evasión e incumplimiento de deberes, pese a que el primero alegó haber sido intimidado: “Yo estoy jugado, tengo a tu familia chupada”, dice que le dijo Fiordellino, para luego sacar un papel con el nombre de su mujer, dos hijos de ella y una dirección. También el comisario dejó asentado en la causa que Fiordellino pagaba para tener salidas eventuales y no ser trasladado a otro penal.

Violencia de género

Fiordellino había sido detenido en la vecina localidad de Funes el 25 de marzo de 2011, por agentes de la ex Drogas Peligrosas santafesina, que hallaron en su auto 55 kilos de marihuana. Veinte días antes la esposa del hampón había llamado a la Policía de Junín, donde residían desde mediados de 2010, para denunciarlo por maltratos. Cuando los efectivos llegaron a la vivienda, el acusado ya se había marchado, pero la mujer señaló dónde su marido acumulaba 227 kilos de cannabis. La Policía bonaerense pidió colaboración a sus pares rosarinos para dar con el acusado y aquí los agentes antinarcóticos empezaron a seguirlo. Llegaron hasta una casa de Mosconi al 1900, en Funes, desde donde fueron tras un Renault Megane con dos hombres que habían cargado varios bultos. La persecución fue hasta la ruta 9 y Elorza, donde uno de los ocupantes del auto bajó y fue apresado. Era Fiordellino y el otro era su sindicado socio, Claudio Belinatto, célebre pesado condenado por estafas de alto vuelo y quien se fugó de la Alcaidía (cuando estaba ubicada en San Lorenzo al 1900) en el baúl del auto de un policía.

El hijo del comisario

En Rosario, Fiordellino, hijo de un comisario retirado de la UR II, es lo que se conoce como un cartón (por cartón lleno), alguien al que no le caben más anotaciones penales, reales o inventadas, y que por lo tanto mudó parte de sus negocios a otra jurisdicción. Allá por el año 2000 lo ubicaban como la tercera pata de un trío de célebres cañeros que también integraban los hermanos Alzugaray, Gareca y Pulga. Por eso lo mencionaron como uno de los integrantes del terceto que asaltó un garito clandestino en barrio Las Flores que terminó con el crimen de uno los jugadores, Héctor Juárez, de un tiro en la cara. A fines del mismo año Fiordellino terminó preso por un asalto en Cipolletti al 4600 que tuvo por botín módicos 150 pesos. Su nombre sonaría en los meses siguientes en golpes en Maciel, Oliveros y San Lorenzo, aunque nunca fue condenado.

Más uniformes

Un año más tarde, en 2001, Fiordellino era fletero de la firma Lumen, de San Juan al 3700, cuando un muchacho que había trabajado para esta empresa denunció haber sido secuestrado, golpeado y sometido a un simulacro de fusilamiento, luego de denunciar que había hallado droga en una camioneta de la firma cuando se trasladó hasta Concordia, Entre Ríos. Como sería recurrente en los casos que lo involucran, hubo un policía involucrado. Según dijo la víctima, Fiordellino y otro empleado lo golpearon a instancias de un gerente, acusándolo de robar 1.200 pesos, ante la mirada del jefe de la seccional 6ª.

Fiordellino volvió a las páginas policiales en marzo de 2004. En pleno mediodía, un móvil policial se estacionó en el kilómetro cero de la Autopista Brigadier López y esperó a un Renault 18 que había sido reportado como el responsable de un asalto en Baigorria. Allí los recibieron a los tiros. Murieron el remisero Fabio Lunardelli –según determinó la Justicia no tenía vínculos con el resto de los ocupantes salvo por su oficio– y el cañero cordobés César “Polaco” García, quien portaba una ametralladora. El único ileso, salvo por el roce de una bala fue Lunardelli, aunque nunca hubo pruebas para penarlo por el asalto.

En 2010, antes de caer preso en Funes previo a su fuga de la Alcaidía, Fiordellino fue acusado por un policía como uno de los tres ocupantes de un Chevrolet Corsa que lo emboscaron en Ocampo al 3800 y lo atacaron a tiros. Según dijo el uniformado, fue un vuelto por “un problema de polleras”. Un tipo de inconveniente similar tendría al año siguiente al ser denunciado por violencia de género, lo que motivó su anterior caída a la que sumó el jueves pasado.

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