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Carta abierta a todos los ciudadanos

El Círculo de Prensa atraviesa el momento más crítico de su historia.

¿Qué es la historia? ¿Algo lejano que nada tiene que ver con nosotros? ¿Un libro de hojas amarillas y húmedas que narra acontecimientos del ayer? ¿Un espejo en el que podemos reflejarnos? ¿Patrimonio al que debemos custodiar celosamente? Quizás todo esto. Quizás mucho más…

Cuando con dolor observo cómo la indiferencia sepulta la historia y lo que ésta nos ha dejado como herencia, llego a la triste conclusión de que para muchos los hechos históricos son sólo acontecimientos que nada tienen que ver con ellos, apenas un olvidado y despreciado libro de hojas añejas, humedecidas por el paso implacable del tiempo, que todo lo borra, que todo lo olvida.

¡Qué colosal aventura es la de escribir la historia, subrayando los capítulos gloriosos! Pero ¡qué desafortunado es aquél a quien el destino eligió para poner un punto final! Ésa es la sensación amarga que por estos días me abraza, no sólo a mí como presidente de una emblemática institución, sino a todos mis colaboradores de la comisión directiva de nuestro querido Círculo de la Prensa de Rosario.

Es cierto que cuando asumimos éramos conscientes de la situación crítica de la institución: una deuda de 1 millón de pesos a los Estados nacional y provincial, dos terrenos a punto de ser rematados, una Biblioteca abandonada, un Panteón Social en estado calamitoso y una importante deuda, y la amenaza del cierre definitivo y su remate.

No fueron pocos los que me dijeron que sólo a un loco se le podía ocurrir asumir la presidencia de una institución en estas condiciones, y es cierto. Todo desafío altruista necesita una pequeña dosis de locura.

Supe rodearme de gente con vocación de servicio y comenzamos a trabajar. No habíamos cumplido nuestro primer año de gestión y habíamos logrado salvar los dos terrenos endeudados, cancelamos los impuestos del Panteón Social y restauramos el mismo. Ahora es nuevamente un lugar digno para descanso de quienes construyeron esta historia. Recuperamos la Biblioteca Leopoldo Lagos y la hemeroteca completa del diario Crónica, realizamos numerosos acontecimientos formativos y culturales, enumerarlos sería ocupar mucho espacio, todos fueron exitosos y de público conocimiento. Imprimimos un carácter solidario con distintas organizaciones e instituciones de la ciudad, dándole un espacio a muchas de ellas, entre ellas, la Municipalidad de Rosario, de la que no podemos decir lo mismo.

Debido a la situación gravísima del Círculo de la Prensa, me entrevisté personalmente con autoridades de los gobiernos nacional, provincial y municipal, encontrando muchas veces la indiferencia y en otras promesas incumplidas. Me comuniqué por escrito cuatro veces con la señora presidenta de Nación, quien siempre respondió que están buscando una solución, la que nunca llegó hasta hoy.

Los días del Círculo de la Prensa están contados. Golpeamos todas las puertas, hablamos con todos los sectores, hablamos con toda la comunidad, donamos nuestro tiempo, trabajo y dinero pero nada alcanzó para salvar a la institución de esta deuda originada en 2003 y que nosotros heredamos al asumir en 2009.

Me pregunto, y ojalá alguien me lo responda: si veinte locos, con tan pocos recursos, hemos podido hacer tanto en tan poco tiempo, ¿cómo quienes tienen los medios y el poder para hacer algo más no lo han hecho?

A los amigos periodistas:

Gracias a los poquitos que nos dieron una mano y se interesaron por la situación y cubrieron todas las actividades. No entiendo ni comprendo a los muchos que permanecieron indiferentes, a aquellos que ofrecen las cámaras y los micrófonos al propietario de un bar cuando está por cerrar, pero que permanecieron ausentes en estas horas difíciles de la casa de los periodistas, la casa que en nuestra gestión tuvo las puertas abiertas absolutamente para todos, la casa de don Ovidio Lagos, la casa de la pluma y los libros, la casa de todas las manifestaciones de expresión.

A los políticos:

No intentamos salvar la casa de un sector de nuestra sociedad, queremos salvar la casa de todos los rosarinos, ya que por decreto del Concejo Municipal la misma es Patrimonio Histórico y se encuentra dentro del Parque Nacional a la Bandera. Creo que tuvieron la oportunidad de escribir un capítulo trascendente en la historia futura inmediata, pero permanecieron en su indiferencia y mezquindades.

En lo personal, ¡qué suerte que la historia me da la posibilidad de responder con mi voto en las próximas elecciones!

A la comunidad:

Gracias por habernos ayudado a hacer posible tantas actividades, por haber participado y por haberse interiorizado de nuestra situación. Mucho me ha sorprendido el afecto y la preocupación de ajenos y la indiferencia de propios.

Gracias a todos los que trabajaron con amor, pasión y desinterés, de modo especial a mis colaboradores más inmediatos, quienes realizamos esta tarea ad honorem.

Nuestra vocación de servicio traspasa las paredes de cualquier edificio. Más allá de lo que pase es nuestro compromiso seguir trabajando.

Los hombres que honran el patrimonio del pasado se afianzan en el presente y aseguran su futuro…

Presidente del Círculo de la Prensa de Rosario

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