Mauricio Caranta se convirtió ayer en nuevo jugar de Rosario Central. El arquero de 33 años firmó ayer su contrato, a préstamo, por una temporada con opción de compra con el Canalla. “Me sumo a un grupo con un solo objetivo que es llevarlo a Central lo más arriba posible. Yo no vengo a competir con nadie, ni con Broun ni con el Melli. Somos tres arqueros que queremos lo mismo para el club”, fue la primera reflexión del flamante arquero aurizul tras rubricar su vínculo en la sede de calle Mitre.
Caranta, quedó libre de Lanús, club donde jugó después de haber sido el arquero de Boca donde logró la Copa Libertadores de América 2007 bajo la dirección técnica de Miguel Ángel Russo.
“Con Miguel, después de haber salido campeón con Boca, hubo varios contactos para ir donde él estaba dirigiendo pero nunca se pudo llegar a cabo. Ahora se juntaron las partes y se pudo dar”, comentó el arquero al ser consultado sobre si la presencia de Russo en Central fue uno de los motivos que lo llevó a tomar la decisión de venir a Arroyito.
El nuevo refuerzo canalla jugó solamente un encuentro, ante Godoy Cruz, en el último semestre con la camiseta de Lanús. “Me tocó jugar poco por una lesión y por la continuidad de Agustín (Marchesín)”, aseguró.
—Vas a disputar el puesto con un arquero que también atajó poco en el último semestre.
—No solamente con él. Sino con el Melli también. Son dos grandes arqueros que cuando les tocó jugar han respondido. Ellos no solamente sufren como jugadores, sino también lo hacen como hinchas.
—¿Hablaste con Russo? ¿Qué te dijo?
—Sí. Nos saludamos y me preguntó como estaba. Fue muy corta la charla.
—¿Uno de tus objetivos es volver a meterte en la elite del fútbol argentino?
—Si, ese es uno de los objetivos en lo personal. Pero lo más importante es que le vaya bien a Central.
—¿El mejor momento de Caranta fue el que se vio en la Libertadores con Boca?
—Yo digo que los momentos son lindos donde uno esté. A mi me tocó ascender con Instituto, jugar una promoción para salvarnos y también me tocó salir campeón de América con Boca. Si bien los festejos son diferentes, lo que pasa dentro de uno es lo mismo.
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