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Ex empleados de Naranpol destapan una cooperativa

Guillermo Griecco.- Son 29 trabajadores del ex centro de distribución de Rosario. Apuestan a mantener el empleo y comercializar alimentos.


Luego de más de un año de conflicto, cierre de fábrica mediante y con el peso de una significativa deuda por salarios caídos, ex empleados de la sucursal Rosario de la firma Naranpol abrieron camino hacia la autogestión como respuesta al abandono empresarial. Se trata de 29 trabajadores y trabajadoras que reactivaron un centro de distribución de jugos, gaseosas y alimentos, entre otros productos, aunque por obstáculos judiciales no pudieron hacerlo utilizando la marca Naranpol. Por consiguiente resolvieron alquilar una nueva planta de logística y poner en marcha el emprendimiento. La cooperativa Districoop, como la llamaron, está en avanzado proceso de formación y sus integrantes se muestran confiados en recuperar una fuente laboral genuina.

“Dimos los primeros pasos con este proyecto en marzo pasado para buscar una salida laboral para todos. Estuvimos varios meses sin cobrar un mango, la verdad que fue muy duro”, le dijo a El Ciudadano Sebastián Baccarezza, uno de los ex trabajadores de Naranpol, la popular fábrica de bebidas gaseosas con sede en la ciudad de Santa Fe, inactiva desde fines del año pasado “no por una baja en las ventas o falta de producción, sino por desmanejos financieros patronales que llevaron al vaciamiento y posterior cierre de la empresa”, indicó.

Nuevo dueño se hizo humo

Hace dos mes, el empresario Carlos de los Santos, quien se quedó con Naranpol en medio del concurso preventivo que se sigue en la Justicia, se comprometió ante el Ministerio de Trabajo de Santa Fe a reabrir la casa central y sus 22 sucursales en todo el país y a saldar la deuda con los empleados. Hasta el momento nada de esto sucedió.

“La llegada del nuevo empresario generó expectativas entre los trabajadores y sus familias, si bien en el fondo sabíamos que vendía humo. La fábrica siguió cerrada y cuando quisimos ir por la cooperativa puso palos en la rueda”, señaló Pablo Sotelo Valenzuela, abocado a tareas administrativas en Districoop.

“Un compañero sugirió que pongamos una distribuidora con otros productos. Así, la gente que trabajaba en el depósito siguió haciendo ese trabajo, otros están en la administración y otros seguimos vendiendo para no perder la cartera de clientes en la misma zona que comercializaba Naranpol”, contó Baccarezza, encargado de ventas del nuevo proyecto.

Cambio de rubro

“En principio vamos a distribuir galletitas, golosinas, gaseosas. Ya hay empresas de Rosario, Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero que mostraron interés en ser proveedores nuestros”, se entusiasmó.

“El antiguo depósito (en Garzón y Juan José Paso) lo alquilaba Productora Alimentaria, la gerenciadora de Naranpol. Por eso tuvimos que buscar otro salón (en República al 6400). Los clientes ya los tenemos y nos conocen. Para la distribución de los productos trabajamos con fleteros. Estamos muy contentos con el emprendimiento porque hay mucha gente que se está acercando para darnos una mano”, destacó Baccarezza.

Por su lado, Sotelo Valenzuela expresó: “Seguimos haciendo las mismas tareas pero sin jefes. Llegamos a todos los negocios. Y si los trabajadores de Naranpol, que también están armando una cooperativa en Santa Fe, vuelven a elaborar jugos y gaseosas queremos retomar la distribución de esos productos acá en Rosario, además de darnos una mano entre cooperativas”.

En diálogo con este diario, el trabajador agregó: “Los comercios nos siguen pidiendo bebidas Naranpol. Hay amistad con los clientes. Hoy manejamos la distribución de otras líneas de productos, como gaseosas y jugos Trechel, Asunción y Caribe. También vendemos enlatados, aceitunas y azúcar”.

En Rosario eran 75 los trabajadores de Naranpol, de los cuales 30 pertenecían al Sindicato de Camioneros y ya fueron reubicados en otras empresas, según indicó Baccarezza.

“El grueso de la gente que trabajaba en el depósito local (afiliada al Sindicato Único de Trabajadores de Aguas Gaseosas) está ahora en Districoop”, acotó. Sotelo Valenzuela, en tanto, contó que iniciaron acciones legales contra la firma Naranpol por “injusta causa de despido”, al tiempo que tramitaron en la Ansés un seguro de desempleo.

Familia cooperativa

La mayoría de las empresas recuperadas que funcionan hoy en la ciudad se forjaron durante la crisis pos estallido económico, social y político de 2001-02. Como respuesta a la decisión patronal de bajar las persianas, trabajadores ocuparon las fábricas, resistieron y, con más o menos dificultades, retomaron la producción.

Algunas recuperadas vienen de 2006 y 2007, en un entorno nacional de expansión económica. Incluso, otras prácticas asociativas son más recientes.

Baccarezza y Sotelo Valenzuela, en nombre de Districoop, agradecieron el respaldo y asesoramiento recibido por otras cooperativas de Rosario, como La Cabaña, Mil Hojas, Herramientas Unión, Lo Mejor del Centro, La Toma, y otras tantas: “Tomamos contacto con ellos para asesorarnos. Nos relataron sus experiencias y la verdad es que nos sentimos reflejados con el trabajo que vienen haciendo. Sabemos que estamos ante un nuevo desafío”.

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