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Caracazo: memoria y cicatriz

Al cumplirse ayer 22 años de la rebelión popular en la capital de Venezuela, los restos de 71 víctimas de la represión fueron inhumados. Aún quedan unos 300 cadáveres sin identificar en una fosa común.

Los restos de 71 venezolanos asesinados durante la rebelión popular conocida como Caracazo, iniciada el 27 de febrero de 1989, fueron inhumados ayer en el cementerio de Caracas, donde las autoridades oficiales tributaron un homenaje a las víctimas.

El Caracazo estalló apenas iniciado el segundo mandato del fallecido presidente Carlos Andrés Pérez y fue una reacción contra los grandes aumentos de precios de alimentos y combustibles anunciados por el mandatario.

La represión militar y policial de esos sucesos, que duraron tres jornadas e incluyeron saqueos, provocó alrededor de 300 muertos, según informes oficiales, o 1.000, de acuerdo con datos extraoficiales.

La fiscal general de la república, Luisa Ortega Díaz, afirmó durante la inhumación en el cementerio, ubicado en la zona sur de la capital venezolana, que “nunca se les había hecho un justo homenaje a estas personas”.

Ortega Díaz destacó que “a criterio del Ministerio Público, durante esos días se produjeron graves violaciones de derechos humanos”, según la agencia de noticias Ansa.

La fiscal afirmó que “sucesos como ése no van a volver a ocurrir en Venezuela porque el gobierno y sus instituciones tienen un compromiso con los venezolanos y respetan la vida”.

La funcionaria aseguró que en el sector del cementerio denominado La Peste aún quedan unos 300 cadáveres sin identificar en una fosa común.

Durante el acto se descubrió una placa con los nombres de las víctimas y se erigió un monumento a los caídos en los sucesos de febrero de 1989.

Ademas, se inauguró una muestra fotográfica del reportero gráfico Francisco Sólórzano quien registró con su cámara los sucesos del Caracazo.

El vicepresidente venezolano, Elías Jaua, y el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), Fernando Soto Rojas, estuvieron presentes en el acto, que marcó el inicio de la conmemoración de los 22 años de estos violentos sucesos.

Días pasados familiares de las víctimas de la represión durante el Caracazo, denunciaron la “impunidad” de los responsables de esos hechos que dejaron cientos de muertos.

Los familiares, reunidos en la organización no gubernamental Cofavic, se quejaron de que aunque la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó la indemnización de 45 casos, los cuerpos de las víctimas no fueron identificados ni entregados a sus parientes.

Aura Liscano, vocera de la Cofavic, señaló en una rueda de prensa reseñada por la agencia de noticias DPA, que el gobierno hace un uso “proselitista” del Caracazo y remarcó que “no hay nada que celebrar” en 22º aniversario de esos episodios. Sin embargo, miles de venezolanos marcharon ayer en la capital para recordar a las víctimas de la rebelión popular. El desfile comenzó en el Parque Generalísmo Francisco de Miranda hasta Petare, una de las zonas donde hubo una brutal represión de la policía de la época.

Los manifestantes apoyan también al gobierno liderado por el presidente Hugo Chávez.

Encabezaron la movilización dirigentes del Estado como el ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, quien aseguró que el 27 de febrero fue el inicio de un despertar colectivo.

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