A poco más de dos semanas de las elecciones presidenciales en Colombia, en las que Juan Manuel Santos apuesta todo a un nuevo mandato –según dice– para garantizar el éxito del proceso de paz iniciado con la narcoguerrilla de las Farc, las revelaciones de la prensa pusieron al borde del abismo lo que hasta ahora parecía un triunfo asegurado. La noche del lunes su jefe de campaña, el venezolano Juan José Rendón, debió renunciar tras conocerse que negoció con capos de la droga para facilitar la entrega de grupos mafiosos, una “negociación” por la que habría cobrado 12 millones de dólares.
De acuerdo con una declaración que data de diciembre de 2013 y que fue publicada por el diario El Espectador el domingo pasado, el capo de la droga Javier Antonio Calle Serna –actualmente detenido en Estados Unidos– reconoció cómo los grandes criminales colombianos le pagaron a Rendón para que intercediera en una negociación directa con el gobierno para librarlos de una extradición a Estados Unidos. Aunque la iniciativa no caló en el Poder Judicial, y al parecer el gobierno no respondió en forma afirmativa, sí pone en la mira al entorno de Santos. Rendon, tras dar el paso al costado, explicó que si bien trabajó como mediador jamás recibió la coima.
Este escándalo sirvió a los rivales de Santos, especialmente a su mayor opositor, el ex presidente y actual diputado electo, Álvaro Uribe. “Presidente Santos, ¿qué dice de este concierto para delinquir, dónde está el dinero de sus asesores?”, escribió en Twitter.
Y su candidato presidencial, Oscar Iván Zuluaga, se explayó en un comunicado. “El presidente tiene que dar una respuesta inmediata frente a un hecho tan grave; imagínese un grupo de narcotraficantes que dice que ha pagado por una propuesta para buscar un acercamiento con el gobierno nacional y están involucrados dos asesores muy cercanos del presidente de la República”, dijo. Una vez hecha pública la información, la Fiscalía abrió una investigación formal para corroborar la veracidad de estos afirmaciones.
Pero no todas son malas noticias para el oficialismo. Al día siguiente que se conocieran los datos arrojados por El Espectador, Luis Alfonso Hoyos, coordinador de la campaña presidencial de Zuluaga, tuvo que renunciar a su cargo a partir de denuncias de la Fiscalía que le atribuyen formar parte de un boicot a las negociaciones de paz.
A la Justicia llegaron unas imágenes de Hoyos junto con Andrés Sepúlveda, el hacker acusado y encarcelado por intentar sabotear el proceso de paz con la guerrilla de las Farc, a punto de ingresar a un canal de televisión, Noticias RCN.
Desde la emisora comentaron que el hacker afirmó que tenía una grave denuncia contra la campaña del mandatario colombiano.
“Dijo que me iba a dar una información muy delicada sobre la manera en la que las Farc estaban amenazando a quienes no votaran por el presidente Santos”, contó la dirección del medio que finalmente optó por no publicar la información. Además, indicó que Hoyos ocultó la identidad de su fuente.
Ya hay quienes piden la renuncia Zuluaga en caso de que se compruebe que fue el uribismo es el que estuvo detrás del espionaje a las negociaciones, mientras que desde la oposición afirman que con esta polémica buscan tapar la salida del jefe de campaña de Santos.
Según la última encuesta de la firma Cifras y Conceptos, publicada esta semana, Santos tiene un 27 por ciento de intención de voto frente al 19 por ciento de Zuluaga. Si se confirma esta tendencia ambos deberán ir a una segunda vuelta electoral, ya que ninguno obtiene el 50 por ciento más uno de los votos para ser elegido el 25 de mayo.
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