Política

Plan Abre

“Cambiar la realidad de los vecinos más postergados no se mide con plata”

El senador Armando Traferri consideró que hay que caminar los barrios para entender el Plan Abre, que ahora es ley. Una iniciativa que él presentó y recibió críticas de legisladores de su propio partido ya que compromete buena parte del presupuesto del próximo gobernador Perotti


Desde hace cinco años el Plan Abre, la intervención integral más importante implementada por las gestiones socialistas a nivel provincial y municipal, buscaba quedar garantizada con fuerza de ley y ser ampliada a todo el territorio santafesino, que finalmente sucedió a semana pasada, a instancias de un proyecto que fogoneó en la Legislatura el senador Armando Traferri. Las críticas llovieron desde el lado del peronismo, ya que sostienen que la iniciativa compromete una buena parte del presupuesto con el que contará el gobernador electo Omar Perotti. Sin embargo, el propio legislador peronista que impulsó la iniciativa, respondió: “El Plan Abre no es un plan sólo de infraestructura. Es una herramienta que va mucho más allá. Es un urbanismo social, sale de lo tradicional, de la obra pública tradicional. Es la resultante de un trabajo conjunto entre el barrio y el Estado. Y de allí surge qué hacer y cómo hacerlo”.

En diálogo con El Ciudadano, Traferri se defendió de las críticas que deslizaron sus compañeros partidarios al agregar que se trata de un proyecto que “cambia la realidad de los vecinos más postergados, no se puede medir en plata”.

El Plan Abre es una política social estratégica que fortalece el territorio y convoca a la participación social desde una mirada integral, en la que trabajan en forma coordinada diversas áreas que conforman el Gabinete Social de la provincia de Santa Fe y los gobiernos locales de los grandes centros urbanos (Rosario y Santa Fe) y sus áreas metropolitanas (Villa Gobernador Gálvez, Pérez, Granadero Baigorria y Santo Tomé). El Plan Abre impulsa la construcción colectiva de decisiones y el compromiso compartido entre la ciudadanía, el Estado provincial y los municipios. Lo que propuso Traferri y ahora es ley es una ampliación al resto de la provincia.

“Es un plan interdisciplinario. Se camina, se conocen las dificultades; dónde hay basura, problemas de droga. Hay que caminar los barrios y entender de qué se trata. Yo, como legislador, lo entendí en 2014. No se puede mirar sólo el impacto económico y no el social”, destacó el legislador sanlorencino.

Traferri recordó que en la última reunión que mantuvo con intendentes, ellos mismos destacaron la importancia del programa. “Algo tan simple como solucionar la falta de un baño comunitario, que los vecinos se acerquen cuenten lo que les pasa, cuales son los problemas, y entre el Estado y ellos se resuelvan”, agregó.

Si bien destacó los problemas de seguridad de muchos lugares, lo atribuyó a un Estado ausente. “El abre es un Estado presente interactuando con la comunidad. Y cuando se  construye algo en conjunto, los mismos vecinos serán los encargados de cuidarlo”, ejemplificó el legislador peronista.

El senador provincial recordó que el primer proyecto para que el Abre sea ley lo presentó en 2014 con la intención de terminar con la discrecionalidad de que el proyecto sólo llegara a algunas ciudades. “Hay localidades como Capitán Bermúdez, Puerto San Martín, Roldán, por citar algunas, donde los intendentes necesitan estas herramientas para poder intervenir, porque la pobreza marca a estos sectores y no les da oportunidades”, aseveró. Sobre la amplitud del Abre, Traferri dijo que un intendente, para acceder al mismo, tiene que presentar un proyecto de trabajo.

Ese año el proyecto no fue tratado. Y en 2016 lo volvió a presentar. Un año después obtuvo media sanción en el Senado, pero Diputados no lo trató. Y este año lo volvió a presentar y finalmente salió.

Sobre la reacción que tuvo parte de los legisladores peronistas, Traferri sostuvo que se debe a un desconocimiento de lo que es el plan, aunque excluyó de ese lugar al gobernador electo, Omar Perotti: “Él fue intendente, sabe de qué se trata el proyecto. Estoy seguro de que va a coincidir en que es un proyecto necesario”.

Me preocupa que se hable de los recursos y no del impacto que genera reducir los niveles de violencia o vulnerabilidad. Hay que conocerlo, caminar los barrios y hablar con los vecinos para saber de qué estamos hablando. Cambiar la realidad de los vecinos más postergados no se mide con plata”, concluyó.

 

El Nueva Oportunidad

Además dentro del Abre se encuentra el programa Nueva Oportunidad, una iniciativa que alberga a 17.500 jóvenes en situación de vulnerabilidad. Es un programa innovador ya que la mayoría de las políticas que se ensayan para contener a los jóvenes suelen tener un sesgo punitivista. Prevenir, incluir, abrir las puertas del Estado para que ingresen los jóvenes no parecía ser hasta ahora una alternativa para desarmar un espiral de violencia que en Rosario mostraba su rostro más duro ya que la mayoría de los homicidios tenían como víctimas a jóvenes pobres de barrios humildes.

El Nueva Oportunidad surge como una política pública no estatal sino social, porque está hecha entre el Estado municipal, el provincial y las organizaciones e instituciones sociales. Todos son protagonistas de este cambio real donde no hay solo un estado benefactor que distribuye recursos o presenta programas sociales, sino que hay una sociedad comprometida y un Estado dispuesto a quebrar este círculo perverso de la exclusión y la pobreza.

Se trata de una revolución que busca una transformación integral, porque la pobreza no es sólo económica, es también educativa, de oportunidades, es estructural y simbólica y para modificarla es necesario un trabajo articulado entre el Estado —con sus estructuras y recursos— y el trabajo social de las instituciones y organizaciones diversas que le dan riqueza, solidez y fortaleza. En el Nueva Oportunidad nadie puede sacar ventajas, la ventaja queda para los jóvenes que están involucrados y eso es lo que hay que potenciar. Hace poco más de 5 años comenzó este trabajo junto a 300 jóvenes en Rosario y hoy con el impulso que le da toda la sociedad son más 17 mil jóvenes en toda la provincia.

 

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