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Crimen en Ludueña

Cae en Santa Fe el sindicado homicida de Mercedes Delgado

La Tropa de Operaciones Especiales lo ubicó tras una pesquisa de un mes y lo apresó en el barrio Chaqueño.


Héctor David Riquelme, sindicado autor material del crimen de la militante social Mercedes Delgado ocurrido en barrio Ludueña en enero de 2013, fue detenido ayer en el barrio Coronel Dorrego de Santa Fe, dijeron fuentes policiales. El crimen causó conmoción ya que la mujer trabajaba en un centro comunitario cuando quedó en medio de un enfrentamiento entre bandas vinculadas con el narcotráfico. En el marco del caso, otros tres hombres están procesados por un tiroteo previo al homicidio, y se mantienen con una falta de mérito en el caso del asesinato.

Un equipo táctico de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) detuvo ayer por la mañana en el barrio Coronel Dorrego de la capital provincial, también conocido como Chaqueño, a Héctor Riquelme, de 48 años, quien se mantenía prófugo desde el momento del homicidio de Delgado, de 50, ocurrido el 8 de enero de 2013.

Según se informó, tareas de inteligencia de la TOE iniciadas hace un mes permitieron dar con el paradero de Riquelme, de quien en principio los detectives sólo tenían el dato de que estaba aguantado en algún barrio de la periferia de Santa Fe. Temprano a la mañana, los efectivos de esa repartición que depende de la Secretaría de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad provincial llegaron a una vivienda de Azcuénaga al 1600 (casi Larrea) y apresaron al fugitivo, quien quedó a disposición del Juzgado de Instrucción 15ª de Rosario, a cargo de Patricia Bilotta.

Según la investigación, el 8 de enero de 2013 hubo un enfrentamiento entre dos bandas: una apostada en la esquina de Garzón y Bielsa y la otra en la puerta de una casa de Bielsa 6049. El tiroteo cesó cuando el grupo de la esquina se retiró y entonces, en un segundo momento de la secuencia, Héctor David Riquelme –padre de uno de los tiradores del otro bando– asomó medio cuerpo a la calle y abrió fuego en soledad. Uno de esos balazos alcanzó en el abdomen a Delgado, quien había salido de su casa a rescatar a sus hijos tras oír las detonaciones.

Juan Ponce, hijo de Delgado, encabezó numerosas manifestaciones en pedido de justicia, luego de que tres jóvenes acusados por el tiroteo previo al crimen fueran detenidos, aunque más tarde recibieron falta de mérito por el asesinato y, en cambio, fueron encausados por la Cámara Penal bajo la figura de tentativa de homicidio.

En su voto, el vocal Alfredo Ivaldi Artacho –en base a la instrucción del juez Alejandro Negroni– reconstruyó que de un lado dispararon Ramón Piedrabuena, su medio hermano David Ferriol y el aún prófugo Jonatan Piedrabuena. En el otro bando estaban Matías Riquelme, su padre y su hermano Mauro. Fueron procesados Ramón Piedrabuena, Ferriol y Matías Riquelme.

Los familiares de Delgado reclamaron la captura del sindicado homicida, lo que se produjo ayer. Mecha, como llamaban a la víctima, trabajaba con el Centro Comunitario San Cayetano desde que su familia llegó a la ciudad proveniente de la localidad de Avellaneda, en el norte provincial. En tanto, otro crimen golpeó a la familia en marzo pasado, cuando un tío de Juan Ponce, José Luis Leiva, fue asesinado de 19 puñaladas en Garzón y pasaje Ghandi.

Ponce: “Ahora vamos a pelear para que sea condenado”

“Esto no termina con la captura de Héctor Riquelme, ahora vamos a pelear para que sea condenado”. Así se expresó ayer Juan Ponce, uno de los seis hijos de Mercedes Delgado, tres de ellos menores.

En declaraciones a la radio LT8, el hombre añadió: “No queremos que este muchacho esté un tiempo preso, le den salida y vuelva a cometer otro asesinato, dejando a otra familia destruida como la nuestra”. Ponce también opinó sobre el trabajo que hacía su madre y sus compañeros de barrio Ludueña, quienes lo acompañaron en numerosas marchas a los Tribunales en pedido de justicia: “La gente que trabaja y ayuda es la que siempre está más expuesta a terminar así, de la peor manera, como terminó mi madre. El ayudar y promover un cambio nos deja expuestos a algo que pueda llegar a suceder.
Más allá de que siempre estemos mal, a mi mamá la recordamos de la mejor manera, con su sonrisa, en sus trabajos, en la cara de cada uno de los chicos que se arriman a la casa de mi hermana”.

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