“La estructura de redes delictivas ligadas al narcotráfico y a las drogas es un problema que en los últimos años se ha instalado en la ciudad. Tienen como víctimas a un sector vulnerable: los más jóvenes y los más pobres; ahora los vecinos tendrán una herramienta, la gente podrá dejar, en forma anónima, información sobre comercialización de estupefacientes en su barrio”, señaló ayer la intendenta Mónica Fein al suscribir un acta de colaboración junto al ministro de Seguridad, Leandro Corti, para instalar en cada Centro de Distrito Municipal de Rosario un Buzón de la Vida, sumándose al ya existente en los Tribunales Federales de bulevar Oroño al 900.
Del acto participaron el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado; el secretario de Seguridad Pública, Marcos Escajadillo; el secretario de Seguridad de la provincia, Ángel Ruani; el secretario General de la Municipalidad, Jorge Elder, y los concejales Héctor Cavallero, Osvaldo Miatello y Clara García; además de los jefes de Distritos y vecinos que colmaron el primer piso del Distrito Oeste “Felipe Moré”, en avenida Presidente Perón al 4600.
“Cada vecino sabe que existe una problemática compleja en la ciudad. Creemos desde el municipio que es un problema que no lo puede abarcar solo. Hay redes complejas, poderosas, que generan miedo, presión e incluso sanción en los vecinos. Cuando hicimos la ordenanza respecto de la posibilidad del Buzón de la Vida, lo trabajamos fuertemente con el Ministerio de Seguridad: qué significaba poner un buzón, qué iba a pasar con la información, cómo el Ministerio lo iba a tramitar y, a partir de ese trabajo, pusimos manos a la obra para lograr el tratamiento oportuno. Ésta es una herramienta, no soluciona todo, pero los vecinos son fundamentales, lo que conocen, lo que saben, puede servir en gran medida para planificar acciones integrales”, agregó la intendenta.
Entre los presentes estuvo el autor original de la idea del buzón, Héctor Franza, vecino de Funes, quien lo impulsó en 2004, y los Tribunales Federales de Rosario se hicieron eco e instalaron uno en su hall de ingreso, y también hay en localidades como Chabás y Cañada de Gómez, con resultados dispares.
El Buzón de la Vida apela a la oportunidad que pueden llegar a tener los vecinos, por la cercanía en el barrio y el conocimiento del territorio, de poseer datos o pistas sobre el circuito y los lugares puntuales donde pueda ocurrir comercialización de droga.
“Si bien ya existe un buzón en los Tribunales Federales, el ingreso al edificio de Oroño 940 está controlado por fuerzas de seguridad federales, de modo que el real anonimato de los denunciantes podría resultar no suficientemente confiable para ellos, sumado a los traslados que deben realizar desde sus barrios, lo que inhibiría a potenciales vecinos de concretar sus denuncias”, explicó el secretario general del municipio, Jorge Elder.
La forma de denunciar es muy sencilla: el interesado debe escribir en un papel la dirección exacta o referencias para llegar al lugar sospechado de comercializar drogas, agregando una breve descripción del hecho presenciado o conocido, y los horarios en que se advierte el presunto accionar delictivo. Luego se debe colocar la denuncia en un sobre cerrado y depositarla en el buzón. “Periódicamente personal del Ministerio de Seguridad abrirá el buzón para darle curso judicial a las denuncias, en sobre lacrado, a la Fiscalía Federal de turno y así se puedan iniciar investigaciones que puedan llevar a desarticular kioscos y cocinas”, explicaron.
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