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Verano Salvaje

Botellazo en Mardel: Belloso quedó en libertad, el hijo de Pillín y su amigo continúan presos

Para el fiscal, los dos jóvenes detenidos en un BMW cuando volvían a Rosario estaban escapando de la ley y los dejó detenidos. En cambio el futbolista que se presentó de forma espontánea seguirá el proceso sin rejas. El turista herido en un boliche se recupera de forma favorable

Fotos: Télam

La agresión que sufrió un joven turista en un boliche de Mar del Plata por la que están señalados tres rosarinos terminó con dos de ellos detenidos y un tercero vinculado a la causa pero en libertad. Quienes quedaron privados de la libertad son Andrés Guillermo Bracamonte, el hijo de 21 años del jefe de la barra de Rosario Central, y Alejandro Galvano, de 23, quien se habría declarado autor del botellazo que recibió en la cabeza un muchacho de 20 que permanece internado en terapia intensiva.

Ambos fueron detenidos este martes a la altura de Zárate cuando regresaban a Rosario, situación que el fiscal interpretó como un intento de fuga. Por eso, la presentación espontánea del futbolista de Arsenal Matías Belloso, quien este miércoles se puso a disposición de la Justicia acompañado por su papá, convenció al juez para que lo dejen continuar el proceso en libertad.

La agresión tuvo lugar la madrugada del martes dentro del boliche Ananá, ubicado en el complejo La Normandina de la zona de Playa Grande, en Mar del Plata, que ayer fue clausurado. La víctima, Matías Ezequiel Montín, de 20 años, es oriunda del partido bonaerense de Moreno.

Según informó su papá Carlos Montín a distintos medios de prensa en la puerta del Hospital Privado de Comunidad, su hijo “está evolucionando muy bien, está de muy buen ánimo, consciente, y muy dolorido”. En ese sentido dijo que los médicos le dijeron que tiene un 70 por ciento de chances de no pasar a una cirugía por el hematoma que tiene en la cabeza. “Si todo continúa así, mañana podrían derivarlo a una habitación común, pero de todos modos por el momento sigue en observación en terapia intensiva, porque el cuadro es complejo y siempre puede variar”, expresó el hombre.

Tentativa de homicidio o lesiones

El fiscal de la Unidad de Resolución Temprana de Conflictos que lleva adelante esta etapa de la investigación, Paulo Cubas, le solicitó al juzgado de Garantías que los dos primeros detenidos, Bracamonte y Galvano, continúen privados de la libertad en la Unidad Penal 44 de Batán. Ambos jóvenes declararon en los Tribunales de Mar del Plata y su situación procesal quedó en manos del juez Daniel de Marco quien deberá resolver este jueves un pedido de excarcelación.

Fuentes judiciales informaron que Galvano asumió haber sido quien golpeó con una botella a Montín en la cabeza, aunque dijo que lo hizo en defensa de sus amigos.

Por el momento, la causa está caratulada por el delito de lesiones graves y será la próxima fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción 4, Andrea Gómez, quien determine si continúa así o la califica como tentativa de homicidio, como quiere la querella.

En sus argumentos, el fiscal Cubas entendió que Bracamonte y Galvano intentaron fugarse ya que fueron detenidos a la altura de Zárate a bordo de un BMW de regreso a Rosario. No obstante, esa interpretación fue negada por el abogado de la defensa, Carlos Varela, quien dijo que ambos jóvenes volvían a su casa porque habían terminado las vacaciones y no por estar huyendo de la ley.

Andrés Guillermo Bracamonte es hijo del jefe de la barra de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, que fue excarcelado hace poco tras haber estado implicado en una causa por lavado de dinero.

En relación a la agresión dentro del boliche de Mar del Plata, las versiones son encontradas, aunque todas coinciden en que los incidentes comenzaron en la zona del baño. Allí, un amigo de Montín habría sido agredido por uno de los rosarinos.

Según el relato de los amigos de Montín, cuando volvieron al sector Vip del boliche, el muchacho se acercó a la mesa de los rosarinos a calmar las aguas y mediar para dar por terminado el conflicto, pero la respuesta fue un primer botellazo en la cabeza. A lo que luego siguieron otros dos.

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