Marcos De Carlo
Los gobernadores de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y de Córdoba, José Manuel de la Sota, cerraron ayer el Precoloquio de Idea en la Bolsa de Comercio de Rosario. En el panel político del encuentro estuvo claro desde qué lugar habló cada uno. El mandatario santafesino hizo alusión a cuestiones de gestión de la provincia, destacando un plan junto a los sectores de la ciencia y la tecnología con los empresarios para “cambiar” la matriz productiva provincial; mientras que el cordobés expuso más como un precandidato presidencial, postulando proyectos para incentivar inversiones y pidiendo “rebaja impositiva” que conduzca a una “recuperación del empleo”.
Ante un auditorio colmado, el gobernador de la provincia mediterránea, como buen cordobés, arrancó con una chicana al gobierno nacional para romper el hielo: “Venía para acá y ví que el ministro (Carlos) Tomada hoy (por ayer) ha trabajado de (Jorge) Capitanich y decía que (a pesar del paro) el aparato productivo funcionó normalmente. Es decir, casi nada. Porque en los últimos tiempos lamentablemente la recesión sumada a las malas políticas económicas que nos han llevado a la inflación hacen que nuestro aparato productivo funcione cada vez menos, generando temor en los hogares”.
“La tarea más importante del próximo presidente será incorporar a los excluidos de esta década a la convivencia. Definir dónde queremos que la Argentina esté en los próximos 30 años en el mundo que hoy comienza. Pienso que este camino trazado por el kirchnerismo de una alianza estratégica con Bolivia, Ecuador, Venezuela e Irán no es el camino mejor para que la Argentina vuelva al mundo. Hoy Argentina está fuera del horizonte de inversión en el planeta”, cuestionó.
“Si escuchara la presidenta (Cristina Kirchner) sería muy bueno: una rebaja impositiva para fomentar la inversión, que dé beneficios adicionales a las pymes y mecanismos de pago a cuenta en el IVA y el impuesto a las Ganancias”, siguió.
“Vengo planteando que es necesario rebajas impositivas a las personas físicas para poner plata en el bolsillo a los asalariados e independientes; rebajar el impuesto a las Ganancias subiendo sustancialmente el mínimo; rebajar el impuesto a los Bienes Personales para que se declare y se pague; a las empresas hay que devolverles rentabilidad, eliminación del impuesto al cheque, reducción de la incidencia económica de los derechos de exportación. Y también hay que fomentar la inversión porque sin inversiones privadas el país no adelanta, no seguir con esta locura del aislamiento, de vivir con lo nuestro”, remarcó De la Sota.
En cambio, Bonfatti hizo hincapié en su gestión provincial, y destacó las misiones comerciales a países como Emiratos Árabes y Nueva Zelanda para “buscar junto a los empresarios nuevos mercados para nuestros productos”.
“Hemos dispuesto 120 millones de pesos para reunir a una mesa, donde el Estado es el convocante, a todos los actores de la investigación y la ciencia (institutos privados, Inta, universidades, Conicet, etcétera) y sentarlos con los empresarios para investigar en función de requerimientos, cómo hacemos para desarrollar productos de alta competitividad, para tener una iniciativa de impacto social fuerte, pero finalmente para cambiar la matriz productiva de la provincia de Santa Fe”, destacó el mandatario.
“Esta es una meta que tenemos que persistir en el tiempo, los resultados tal vez los veamos dentro de 5 o 10 años pero entendemos que es el único camino: agregar conocimiento a todo el desarrollo productivo de la provincia”, concluyó.
Malos pronósticos
La extensión del proceso recesivo, un menor ingreso de dólares, suba del tipo de cambio y un default más largo, constituyen los principales pronósticos realizados por economistas de consultoras privadas. Las proyecciones fueron efectuadas ayer en el Precoloquio de Idea realizado en Rosario. Participaron el ex secretario de Finanzas y director de la consultora Econviews, Miguel Kiguel, y el ex titular de Industria y director de Abeceb.com, Dante Sica.
Kiguel expresó su “preocupación” por la caída de reservas del Banco Central y estimó que la baja en el precio de la soja provocará un descenso de 6 mil millones de dólares para 2015, equivalente al 10 por ciento de las exportaciones.
Sostuvo que para superar la encrucijada es necesario “acceder al crédito y eso implica resolver el problema con los holdouts”. “No veo cómo puede crecer la economía el año que viene”, afirmó el especialista, y alertó sobre el impacto que tendrá en las reservas del Central el hecho de tener que enfrentar vencimientos de deuda y pagos al exterior.
El economista señaló que una opción es una “devaluación, que se estima podría ser del 10 al 15 por ciento”, o aplicar pequeñas correcciones en el tipo de cambio, como realiza el Central. “El modelo fracasó, no hay reservas, hay deuda y creo que se van a tropezar dos veces con la misma piedra”, advirtió Kiguel.
Sica consideró que habrá “un mayor ajuste en el sector privado cuando más se tarde en acordar con los holdouts” y afirmó que “con el proyecto de cambio de jurisdicción de la deuda se acabó la idea que el default termina en enero”.
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